Octubre marca el cuarto mes de protestas en Hong Kong que ha tenido a la opinión pública pendiente del destino de los miles de manifestantes que a toda hora llenan las principales calles y avenidas de la entidad.
A la fecha aún sigue la conflictividad en esa ciudad semiautónoma de China. En las últimas semanas se ha evidenciado un recrudecimiento de la tensión. Es tanto lo que ha llamado la atención el conflicto, que incluso marcas y empresas occidentales como la NBA, South Park y Apple han sido salpicados por la crisis.
Un conflicto que se debió a la aplicación de un proyecto de ley, ha reflejado una alerta por mecanismos de censura, excesos policiales y movimientos de influencias relacionados con el Partido Comunista Chino.
Ante esa situación, El Nacional enuncia los elementos claves para comprender la situación que enfrenta Hong Kong.
Autonomía
El archipiélago de Hong Kong pertenece formalmente a la República Popular China, pero fue un territorio colonizado por Reino Unido durante más de 150 años.
En 1997 se celebró un tratado que devolvió a Hong Kong a la República Popular China mediante la premisa de «Un país, dos sistemas». Estrictamente, el estatus de este archipiélago es Región Administrativa Especial de Hong Kong de la República Popular China.
Con ese modelo, la constitución de facto -Ley Básica de Hong Kong- resguarda valores más cercanos al modelo británico que al chino.
Esta ley consagra la democracia, el derecho a la protesta, la libertad de expresión y de prensa, entre otros principios de libertades individuales, excluidos de la legislación aplicada en China continental.
Por ello, «muchos residentes de Hong Kong no se ven a sí mismos como chinos, sino más bien como hongkoneses», reseña CNN en Español.
Gobernantes chinos prometieron respetar la Ley Básica de Hong Kong, que tiene una validez de al menos 50 años, los cuales se cumplirán en 2047.
Sin embargo, con el ascenso al poder de Xi Jinping, China ha reclamado una jurisdicción completa sobre Hong Kong, pero debido a la vigencia del tratado, «Pekín ha recurrido a erosionar la independencia de las instituciones hongkonesas de otros modos, como el hacer presión para que se aprueben cambios en leyes», indica The New York Times.
Proyecto de Ley de Extradición
Aunque la tensión en Hong Kong se volvió un asunto noticioso en junio, el origen de la actual conflictividad se remonta a marzo, cuando el gobierno del archipiélago propuso reformar la norma sobre Delincuentes Fugitivos y Asistencia Judicial Recíproca en Materia de Legislación Penal.
Este reglamento establece que Hong Kong puede acordar tratados de extradición con otros países. Sin embargo, se «excluye expresamente la aplicación de esta ordenanza a China continental, Taiwán y Macao», dijo Johannes Chan, experto en constitucionalismo y derechos humanos de la Universidad de Hong Kong, a France 24.
La excusa
En febrero un hongkonés asesinó a su novia embarazada durante un viaje a Taiwán. El hombre introdujo el cadáver en una maleta y lo lanzó en una zona boscosa de Taipéi. Posteriormente, regresó a Hong Kong.
Aunque las autoridades lo capturaron, solo pudo ser condenado a dos años de prisión por delitos de lavado de dinero y no pudo ser extraditado a Taiwán debido a la ley vigente.
Por tal motivo, Carrie Lam, jefa ejecutiva de Hong Kong, justificó la presentación de dicho proyecto de reforma.
China amenaza la autonomía
Pese al caso que quedó impune, los hongkoneses rechazaron la propuesta de reformar la ley por considerar que detrás del proyecto no había una verdadera intención de justicia, sino que se trataba de un mecanismo para violar la autonomía de esa región.
La desaprobación aumentó cuando Taiwán también rechazó el proyecto. El gobierno taiwanés consideró que se trataba de una maniobra política del Partido Comunista Chino, pues «el único efecto claro que tendría en su aplicación es la extradición de personas de Hong Kong a China», reseña France 24.
Pese a todo, Carrie Lam reafirmó que el proyecto de ley seguiría su curso.
Arreciaron las protestas
El 9 de junio se produjo una movilización multitudinaria en la que los hongkoneses solicitaban dar marcha atrás a la ley. La policía estimó que participaron 250.000 personas, pero los organizadores indicaron que la concurrencia superó el millón de personas.
A pesar de esto, Lam declaró entonces que la ley seguiría su curso, lo que llevó a los hongkoneses a reunirse progresivamente en las cercanías del Consejo Legislativo el 11 de junio, una noche antes de la segunda discusión del proyecto de ley.
La sesión parlamentaria debió ser reprogramada, ya que en el momento de la lectura, miles de ciudadanos se habían agolpado con cascos y tapabocas en la sede del Legislativo y se hicieron barricadas en las calles.
La tensión creció en el transcurso de ese día, a tal punto que 81 personas resultaron heridas.
Suspensión del proyecto
Ante la tensión creciente, Lam suspendió el proyecto de ley sobre la extradición. No obstante, los hongkoneses volvieron a manifestar exigiendo no solo la suspensión, sino la anulación total del proyecto.
Además, se unieron reclamos respecto a los excesos policiales en las protestas anteriores. La indignación creció debido a que, presuntamente, un joven murió a manos de los cuerpos policiales, que quisieron hacerlo ver como un suicidio.
En adelante, las movilizaciones continuaron cada vez con mayor intensidad.
Fiesta del 1 de Julio
Tradicionalmente, los hongkoneses celebran el 1 de Julio por conmemorarse el tratado que devolvió a Hong Kong al país asiático.
Este año la conmemoración se utilizó como una reafirmación del disgusto por los excesos policiales que denunciaban. Este día las autoridades trataron de evitar el izado de la bandera de Hong Kong, por lo que hubo enfrentamientos.
Más tarde, parte de los manifestantes se enmascararon y trataron de tomar el Consejo Legislativo, lo que se pudo hacer en horas de la noche y causó un rastro de destrucción en la sede parlamentaria.
«El nivel de violencia y armamento continuó aumentando. En julio, la policía incautó 2 kilogramos de explosivos de alto poder, 10 bombas de gasolina, líquidos corrosivos, armas y postes metálicos en una fábrica sospechosa de fabricación de bombas», señala CNN en Español.
Ataque en el Metro
El 21 de julio se produjo un ataque en el Metro de Hong Kong, para el que se usaron barras de hierro y palos de bambú. En ese hecho resultaron heridas 31 personas.
Ante este hecho, la policía tardó más de una hora en responder a las llamadas de emergencia. Por tanto, hubo acusaciones de que había complicidad entre los cuerpos de seguridad y grupos violentos.
La toma del aeropuerto
Llegado agosto, los manifestantes continuaban en las calles no solo porque exigían respeto a la Ley Básica de Hong Kong, sino para reclamar que el Ejecutivo no tomaba medidas ante los excesos policiales.
«La policía de Hong Kong reconoció que durante la ola de protestas antigubernamentales ha estado desplegando agentes que se hacen pasar por manifestantes», reveló BBC Mundo.
El 5 de agosto, más de 2.300 trabajadores de aviación se unieron a las protestas. Se cancelaron más de 200 vuelos desde y hacia Hong Kong.
Con este precedente, los ciudadanos comenzaron a congregarse en el aeropuerto de Hong Kong, lo que convirtió a este lugar en una casa de enfrentamientos entre oficiales y manifestantes.
Amenazas de Xi Jinping
En estas semanas de protestas, el gobierno de la República Popular China ha dicho en varias oportunidades que mantendría un carácter neutral frente a la situación de Hong Kong, pese a las constantes acusaciones de estar detrás de los hechos de violencia.
Sin embargo, este domingo Xi Jinping expresó públicamente en la televisora estatal «que cualquier intento de dividir a su país terminará en «cuerpos aplastados y huesos rotos», reseñó BBC Mundo.