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Cuba criticó las sanciones de EE UU contra el régimen de Maduro en la Cumbre Iberoamericana

por Avatar Europa Press

El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, aprovechó la XXVII Cumbre Iberoamericana para defender el potencial científico y médico de la isla y cuestionar las sanciones adoptadas por Estados Unidos contra Cuba y Venezuela, apelando a la «soberanía» de ambos países frente al país norteamericano.

Díaz-Canel indicó durante su discurso que medidas como el embargo económico «violan el derecho internacional» y denunció que, pese a la pandemia de covid-19, el gobierno de Estados Unidos «recrudeció de manera brutal el bloqueo» impuesto hace más de medio siglo.

También acusó a Washington de «financiar» iniciativas para «promover la inestabilidad» dentro de la isla, pero subrayó que el pueblo cubano ha sabido responder «a golpe de creatividad» para dejar claro que Cuba «no renunciará jamás a la construcción de una nación soberana, socialista, próspera y sostenible».

Díaz-Canel manifestó también su apoyo a Nicolás Maduro cuya invitación a la Cumbre Iberoamericana que acoge Andorra generó suspicacias en varios países de la región. En este sentido, pidió «respetar» al dirigente oficialista, a quien considera el presidente «legítimo» de Venezuela.

«Intervención estadounidense fracasó en Venezuela»

El mandatario cubano ve «injusto» culpar a Maduro de la situación que atraviesa Venezuela, debido a que tendría que hacer frente a unas sanciones impulsadas por Estados Unidos y respaldadas por «varios de sus aliados» que, a su juicio, solo tienen como objetivo «provocar sufrimiento a la población». No obstante, consideró que la «intervención» estadounidense «fracasó rotundamente» en Venezuela.

Venezuela, que en la era de Hugo Chávez se convirtió en el sostén económico de Cuba, es hoy su principal aliado político en la región.

Participación de Maduro había sido cuestionada

Una de las polémicas de la XXVII Cumbre Iberoamericana, que se celebra de manera semipresencial a causa de la pandemia, fue la designación de Nicolás Maduro como representante de Venezuela en lugar del líder opositor Juan Guaidó, al que varios países reconocen como presidente encargado.

Finalmente Maduro rechazó participar y delegó la responsabilidad en su vicepresidenta, Delcy Rodríguez.