Cuatro personas murieron y otras cinco resultaron heridas en una explosión en un puesto de fuegos artificiales que ocurrió en la provincia de Yunnan, en el sur de China.
El accidente ocurrió cerca de medianoche, cuando es tradición en el país asiático disparar fuegos artificiales y petardos para ahuyentar a los malos espíritus y celebrar la entrada del Año Nuevo Lunar.
Las autoridades locales aseguraron que dos de los heridos se encuentran en situación grave y que la causa de la explosión está siendo investigada.
Desde el año pasado, 444 ciudades chinas han prohibido los fuegos artificiales, entre ellas Pekín o Tianjin, en un intento de frenar la contaminación, pero también ante los numerosos incendios y heridos que causan cada año estos artefactos en el país.
En el centro urbano de Pekín, no se pudieron disparar fuegos artificiales durante los festejos de Año Nuevo, aunque en las afueras de la capital pueden ser usados durante todo el año.
Pese a la prohibición, las autoridades informaron este viernes de que siete personas resultaron heridas debido al uso de fuegos artificiales, que causaron doce incendios durante la pasada noche.