La Federación Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja (IFRC) pidió este viernes, en el Día Internacional de los Migrantes, que se otorgue un trato digno hacia ellos. Solicitó que sus derechos se protejan, especialmente ante el covid-19 y la difícil situación de violencia que se vive en parte de México y Centroamérica.
«En este contexto, es necesario lograr una respuesta eficaz y coordinada. Queremos que las propias personas migrantes, la sociedad civil, las autoridades de todos los países implicados y la comunidad internacional trabajen de la mano. De esta forma se podrá garantizar que quienes migran reciban un trato digno y vean protegidos sus derechos«, consideró la organización en un boletín.
La coordinadora regional de migración del Comité Internacional de la Cruz Roja para México y América Central, Lorena Guzmán, recordó lo difícil que es ser migrantes. Especificó que migrar es una decisión difícil y que las personas se ven forzadas a ello como último recurso ante la situación sanitaria, de violencia o climática que se vive en la región.
“Comunidades, estados, organizaciones, individuos: todos podemos contribuir a que su camino sea seguro y sus condiciones dignas”, recalcó Guzmán.
Migrar no es un juego
“Quienes migran se exponen cada vez a más riesgos, como la posibilidad de sufrir daños físicos, emocionales o patrimoniales. Su camino debería ser seguro, digno y con acceso a servicios humanitarios”, expuso José Félix Rodríguez, coordinador de Migración de la IFRC en las Américas.
Para Rodríguez, la respuesta al fenómeno migratorio debe ser integral y atender las necesidades de grupos propensos a una mayor vulnerabilidad. Entre ellas destacó a las personas afectadas por la violencia, las poblaciones indígenas y las personas lesbianas, gais, bisexuales y transgénero.
Para concienciar sobre las dificultades que enfrentan los migrantes y alentar la protección de sus derechos, Cruz Roja lanzó la campaña «Migrar no es un juego». Lo hizo a través de un video que muestra a niños participando en un juego de mesa que simula un desplazamiento migratorio.
Las escenas de los niños, guiados por una psicóloga, se mezclan con testimonios reales de migrantes centroamericanos. El boletín afirma que el video «busca captar las reacciones del grupo al enfrentarse a diferentes riesgos en situaciones de disparidad. De esta forma se quiere mostrar que migrar no es un juego y que las diferentes decisiones que las personas pueden tomar ante las circunstancias pueden marcar una diferencia».