La vicepresidente de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, llegó a Cuba tras recibir permiso de la Justicia de su país. La ex mandataria pasará el Año Nuevo con su hija, Florencia Kirchner, quien recibe tratamiento médico en La Habana.
Así informaron este domingo a Efe fuentes cercanas a la ex gobernante de ese país.
La ex presidente de Argentina arribó a Cuba el sábado por la tarde en el que es su octavo viaje a la isla para ver a su hija. No obstante, es el primero desde que asumió la Vicepresidencia el pasado 10 de diciembre, mismo día en el que Alberto Fernández se convirtió en el presidente de la nación.
Los tribunales orales federales 2 y 5, encargados de juzgarla por tres casos de presunta corrupción, otorgaron a la vicepresidente el permiso para abandonar el país desde el 28 de diciembre hasta el 12 de enero.
Esta vez, también aprobó el pedido el fiscal Diego Luciani, quien en las siete ocasiones anteriores había denegado la autorización.
La hija menor de los Kirchner recibe tratamiento médico en la capital cubana desde el pasado febrero. Florencia es atendida por trastorno de estrés postraumático y dolencias secundarias como un síndrome purpúrico y un linfedema ligero en las piernas.
Florencia había viajado a la isla para realizar un curso para guionistas de cine. Sin embargo, tras el vuelo su estado de salud se habría deteriorado sensiblemente y al momento de evaluarla le prohibieron viajar en avión. Por esa razón, no pudo volver a su país.
Antes de viajar a verla por primera vez el 14 de marzo, la ex mandataria relató que su hija sufre problemas de salud provocados por la persecución feroz a la que asegura la somete la Justicia, que las acusa a ambas de presunto lavado de activos y asociación ilícita por las operaciones que empresas de la familia Kirchner realizaron con adjudicatarios de obra pública durante su gobierno.
La vicepresidente se sentó en el banquillo de los acusados el pasado 2 de diciembre para declarar en un juicio en el que se le acusa de encabezar una asociación ilícita y de fraude en la concesión de obras públicas.
«Seguramente este tribunal, que es un tribunal del ‘lawfare’, tiene la condena escrita. No me interesa. He elegido la historia antes de que ellos me declaren absuelta. A mí me absolvió la historia y me va a absolver la historia y a ustedes seguramente les va a condenar la historia«, dijo Fernández en su intervención, antes de levantarse y negarse a responder las preguntas de los magistrados.