Las negociaciones de paz entre el Estado colombiano y el ELN pasan por su momento más difícil desde su inicio en septiembre de 2022. El proceso de la ‘paz total’ que parecía más afianzado, y que incluso superó crisis graves como la del secuestro de Luis ‘Mane’ Díaz, está estancado en un bache del que no parece haber salida, por el momento. No es solo la imposibilidad de reanudar las mesas de diálogo sino un directo desplante a una propuesta presidencial.
El último intento por desbloquear los diálogos corrió por un mensaje directo del presidente Gustavo Petro, que no tuvo el mejor recibo por parte de los líderes guerrilleros. A través de los negociadores, la cabeza del Ejecutivo mandó una propuesta confidencial al Eln para avanzar en los diálogos de la reforma económica, punto contenido en los acuerdos de participación.
En vez de tener una respuesta positiva, el grupo guerrillero terminó desatando una nueva polémica. “La grave situación de crisis que padece la mesa y el proceso de paz entre el Gobierno y el ELN en este momento no requiere de ‘propuestas confidenciales’, como lo han dicho Vera Grabe e Iván Cepeda, sino franqueza y claridad al país”, dijo el grupo guerrillero.
El hecho puso al presidente Petro y a los delegados del gobierno Vera Grabe, jefa negociadora, y al senador Iván Cepeda a explicar el alcance de la propuesta. Los tres expresaron molestia por la actitud del Eln ante un punto que estos habían incluido en la agenda y confirmaron que el mensaje confidencial, que fue transmitido de forma oral, solo incluyó la invitación a pasar al capítulo económico. Esto no evitó que hubiese polémica.
La oposición de inmediato reaccionó y reiteró sus diferencias con dichas negociaciones. “Es preocupante que el Gobierno continúe haciendo concesiones a grupos criminales mientras ellos persisten en amenazar y atacar a los colombianos. (…) Hablan de una propuesta confidencial, ¿el cambio de modelo económico?”, dijo la senadora Paloma Valencia, del Centro Democrático.
Analistas también dejaron ver sus reservas. Para el exjefe negociador con el ELN durante el gobierno Santos, Juan Camilo Restrepo, no es bueno afirmar o insinuar que el modelo económico se va a negociar con el ELN. Además, manifestó que en ese sentido al presidente Petro le ha faltado claridad: “Todo se puede discutir en una democracia, pero es que hoy no se sabe cuál es la discusión que ha planteado sobre el modelo y cómo será”.
En una línea similar estuvo Tatiana Prada, investigadora de conflicto y seguridad de la Fundación Ideas para la Paz (FIP): “La negociación con el ELN ha sido muy difícil como para sentir que estamos en un momento para discutir temas tan estructurales. Con las FARC se discutieron temas de gran magnitud, pero antes hubo un proceso de generación de confianza”.
Otros puntos de la crisis
En una rueda de prensa el jueves, más allá de aclarar la propuesta al ELN y defender que se hubiese hecho de forma confidencial, Vera Grabe e Iván Cepeda también evidenciaron el mal momento por el que pasa el proceso. El senador recordó las varias comunicaciones que se han enviado “haciendo un llamado con urgencia a reactivar la mesa de diálogos” y que no han tenido respuesta. Incluso, señaló que se ha enunciado la voluntad de hablar sobre la exclusión de la lista de grupos armados organizados (GAO) y del diálogo que se mantiene con Comuneros del Sur –disidencia del ELN–, dos temas cruciales para que supuestamente los alzados en armas no reactiven el diálogo.
En ese mismo espacio, los delegados hicieron evidente su molestia debido a las fechas límites que ha puesto el Eln: “No creemos que el tono sea el adecuado, no puede ser de ultimátum. No es el más macho y quién hable más duro”, añadió Grabe.
Los analistas coincidieron en que se está en una “crisis que no es fácil”, como sintetizó Laura Bonilla, subdirectora de la Fundación Pares. Aunque habla de muchas aristas, la experta sintetizó que uno de los mayores problemas que no se ha sabido enfrentar es el de la premisa de ir implementando lo acordado, “de por sí eso es complejo y es más difícil cuando se tienen varias mesas abiertas”. También apuntó que el tema de Comuneros del Sur ha sembrado aún más dudas, que han acentuado la falta de compromiso del ELN en un futuro desarme.
Andrés Macías, experto en conflicto, complementó este punto al señalar que la crisis actual parte de unas líneas rojas de ambos lados que no piensan ceder. A esto añadió un llamado de atención en cuanto a que es el ELN el que tiene la iniciativa en la mesa y no el Gobierno: “El Gobierno siempre ha estado detrás de las iniciativas del ELN, es el que está poniendo el ritmo y eso ha llevado a que ese grupo ponga las condiciones. El Gobierno tiene un débil poder de negociación y un interés de que el proceso prospere”.
La crisis no parece tener una solución a la vista y el Gobierno deberá moverse porque está en juego una de sus principales banderas de gobierno.