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Crisis de Venezuela marcó primer debate presidencial en Argentina

por Avatar EFE

La crisis venezolana fue uno de los temas que discutieron los candidatos a la Presidencia de Argentina en su primer debate de cara a las elecciones del próximo 27 de octubre.

«Venezuela tiene problemas… Pero yo quiero que los venezolanos resuelvan el problema. No quiero intervenir en Venezuela», aseveró el peronista Alberto Fernández.

Añadió que Mauricio Macri quiere romper relaciones diplomáticas con el régimen de Nicolás Maduro «para poder intervenir». «Espero que ningún soldado argentino termine en tierra venezolana», advirtió el peronista.

Antes, el presidente Macri dijo que «no puede haber dobles discursos», ya que «o se está con la dictadura o con la democracia».

En el primero de los dos debates participaron también Roberto Lavagna, ex ministro de Economía; Nicolás del Caño, diputado del Frente de Izquierda; el ex militar Juan José Gómez Centurión y el economista José Luis Espert.

«Argentina debe hacer los máximos esfuerzos para que el dictador Maduro se remueva de su cargo y se convoquen elecciones cristalinas», dijo Espert.

Alertó sobre el Mercosur como «una mentira de la apertura económica» de la que «no se puede rescatar nada».

«El kirchnerismo no cambió»

El primer debate presidencial celebrado en la ciudad de Santa Fe bajo el amparo de una ley aprobada en 2016, contó con la participación de los seis aspirantes a la jefatura del Estado en los comicios del 27 de octubre, a los que el peronista Alberto Fernández llegó como favorito, según las encuestas.

«Otra vez nos endeudaron, otra vez cerraron empresas, otra vez dejaron a la gente sin trabajo, otra vez empujaron a la clase media a la pobreza, es lo que hacen cada vez que llegan al poder», expresó el líder del Frente de Todos sobre el gobierno del conservador Mauricio Macri, su principal adversario, a quien en las primarias de agosto superó por 16 puntos y al que acusó varias veces de mentir.

Por su parte, Macri remarcó que si su gestión permitió modernizar Argentina, con la construcción de infraestructuras, la mejora de la educación y la batalla contra el narcotráfico, podrá también, si vence en las generales, «arreglar la economía», en recesión desde 2018.

«Pero tres años y medio, casi cuatro es muy poco tiempo para enderezar décadas de políticas erróneas», aseveró Macri.

El mandatario criticó duramente la herencia económica y de corrupción que asegura recibió del ejecutivo de Cristina Fernández 2007-2015, ahora candidata a vicepresidente de Fernández.

«Lamentablemente, hemos visto que volvió el dedito acusador, volvió el atril, volvió la canchereada. El kirchnerismo no cambió. Por más que se oculte o trate de mostrarnos algo distinto, es lo mismo», destacó el mandatario.

Política exterior 

Sobre el acuerdo comercial de ese bloque con la Unión Europea alcanzado en julio pasado  luego de 20 años de negociaciones, Lavagna, uno de los artífices de la recuperación económica del país tras la grave crisis de 2001, advirtió que «puede ser una oportunidad» pero sin que ello conlleve un nuevo «período de sumisión» de Argentina.

«Veo que Francia, Austria e Irlanda están diciendo que no lo van a aprobar. No le tengo miedo a la apertura, lo que no voy a permitir es que la apertura se lleve puesto a las industrias y el trabajo argentino», enfatizó Fernández.

Sin embargo, el actual mandatario presumió de haber sacado el país del aislamiento y haber trabado confianza con los principales líderes del mundo.

Alegó que el acuerdo permitirá acceder a un mercado de 500 millones de consumidores y mejorar la vida de la gente.

En las dos horas de debate presidencial televisado, los candidatos abordaron también temas de derechos humanos, política de género, educación y salud.

Mención especial tuvo la política respecto a las islas Malvinas, archipiélago controlado por Reino Unido desde 1833 y cuya soberanía reclama históricamente Argentina.

La crisis política y social de Ecuador también salió a colación en boca de Del Caño, quien rindió homenaje a «los trabajadores y campesinos indígenas» de ese país «que han muerto» por la represión policial en las protestas contra el presidente Lenín Moreno.

Salud pública

Gómez Centurión centró su discurso en su posición contra el proyecto que busca legalizar el aborto, que en los últimos tiempos ha generado una fuerte polémica.

En el lado contrario, Del Caño indicó que aprobar la interrupción voluntaria del embarazo es «una cuestión de salud elemental».

«Con la legalización le vamos a dar oportunidad a las mujeres pobres de que hagan su aborto en condiciones de asepsia, como lo hacen las ricas», continuó Fernández sobre un asunto del que Macri no hizo mención.

En las primarias de agosto, consideradas una gran encuesta electoral de cara a las generales por la decisión de los partidos de no presentar más de un candidato por coalición, el peronista obtuvo 47,78% de los votos, seguido por Macri con  31,79%.

Lavagna cosechó 8,14%; Del Caño, 2,83%; Gómez Centurión, 2,62%, y Espert 2,15%.

La dilatada ventaja de Fernández generó al día siguiente de las primarias fuertes turbulencias en los mercados, con una nueva devaluación que aceleró la escalada de la inflación y agravó la crisis.

El próximo debate presidencial será el sábado 19 de octubre.