El juez Luís Roberto Barroso, de la Corte Suprema de Brasil, suspendió este sábado la orden del gobierno de Jair Bolsonaro que obligaba a los diplomáticos venezolanos que representan Nicolás Maduro a salir del país.
El magistrado dio un plazo de 10 días para que el presidente Bolsonaro y el canciller brasileño, Ernesto Araújo, aclaren la orden determinada en marzo, mediante la cual los funcionarios venezolanos tenían plazo para abandonar el país hasta este sábado.
Barroso aceptó un recurso interpuesto por un diputado del Partido de los Trabajadores que consideró que la orden del gobierno violaba la legislación brasileña y tratados internacionales sobre derechos humanos y relaciones diplomáticas.
Para el magistrado, los diplomáticos venezolanos no representan un peligro inminente y su salida inmediata no atiende a razones humanitarias mínimas.
El fiscal general de Brasil, Augusto Aras, fijó posición en la víspera en el mismo sentido.
Aras recomendó a la Cancillería revisar la orden de salida de los funcionarios chavistas debido a la situación de los servicios de salud en Venezuela, como consecuencia de la pandemia de coronavirus, y a otros aspectos previstos en tratados y convenciones internacionales.
La medida del gobierno de Bolsonaro afectaba a un total de 34 diplomáticos que hasta ahora ocupaban diversos cargos en la embajada venezolana en Brasilia y en los 6 consulados que el país caribeño tiene en Brasil.
La Cancillería brasileña dijo que esa determinación fue fruto de tratativas anteriores y mediante las cuales ambos gobiernos comenzaron a retirar a su personal diplomático.
Aras también destacó los riesgos de contagio por nuevo coronavirus que pueden surgir en función del traslado de los diplomáticos y que implica la permanencia de los mismos en locales cerrados por un largo periodo de tiempo.
El gobierno de Bolsonaro, uno de los más fuertes críticos de Maduro, reconoce como presidente legítimo e interino de Venezuela a Juan Guaidó.
El mandatario también reconoce a la venezolana María Teresa Belandria como legítima embajadora de ese país en Brasil. Aunque aún con esas tensiones no suspendió las relaciones diplomáticas con el país vecino.