El exministro de Defensa de Corea del Sur, Kim Yong-hyun, fue detenido este domingo por orden de la Fiscalía, quien investiga su presunta participación en la declaración de ley marcial, una medida tomada por el presidente Yoon Suk-yeol que generó controversia
Yong-hyun fue detenido tras ser interrogado por la Fiscalía en relación con la investigación sobre el estado de excepción y ante las sospechas de que esa medida supusiera un delito de traición o de sedición, entre otros.
La unidad de investigación del Ministerio Público, encargada del caso de la ley marcial, decomisó el teléfono de Yong-hyun. Esta acción se produce tras la comparecencia pública del exministro, quien manifestó su disposición a cooperar con las autoridades.
La Fiscalía ha determinado el arresto por la vía de emergencia del exministro al considerar que existe el riesgo de destrucción de pruebas sobre los posibles delitos de traición o de sedición, para los que se contemplan penas como la cadena perpetua en el código penal surcoreano, reseñó Efe.
El exfuncionario es considerado como uno de los altos cargos que sugirió al presidente de Corea del Sur recurrir a la ley marcial y que lideró su aplicación.
Ante el caos generado por la declaración del estado de excepción, Yong-hyun presentó su dimisión el miércoles, reconociendo su responsabilidad en la mayor crisis política que ha vivido Corea del Sur en décadas. El presidente Yoon aceptó su renuncia al día siguiente.
Presidente de Corea del Sur anuló la ley marcial
El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, anunció el martes la anulación de la ley marcial que había decretado horas antes, luego de una reunión extraordinaria de su gabinete. Durante su discurso televisado de madrugada, confirmó que las tropas encargadas de aplicarla ya se habían replegado a sus cuarteles.
La decisión siguió a una votación en el Parlamento surcoreano que revocó la medida, conforme a lo establecido en la Constitución.
El anuncio llegó en medio de fuertes críticas nacionales e internacionales. Horas antes, Estados Unidos había pedido una resolución «pacífica» y «respetuosa del Estado de derecho» para la crisis. La declaración de la medida desató protestas masivas frente a la Asamblea Nacional, donde miles de manifestantes exigieron la dimisión de Yoon.
La ley marcial, la primera declarada desde los años ochenta, sorprendió al país y fue criticada incluso por aliados políticos de Yoon, como el líder de su partido, Han Dong-hoon, quien la calificó de «error» y prometió trabajar con la ciudadanía para detenerla.
La comunidad internacional expresó preocupación. Estados Unidos confirmó que no fue informado sobre la medida y resaltó la necesidad de respetar la decisión del Parlamento. La ONU también manifestó estar observando la situación con inquietud.