La campaña electoral española comenzó de manera oficiosa con una alterada sesión de control contra el gobierno en el Congreso.
Los principales líderes se reprocharon duramente el bloqueo político que forzará la repetición de las elecciones.
Un día después de que el rey decidió no proponer a un candidato a la jefatura del gobierno, el actual presidente en funciones, Pedro Sánchez, confió este miércoles en que su partido PSOE logre el 10 de noviembre una mayoría rotunda.
Esto impedirá a las otras tres formaciones nacionales, PP, Ciudadanos y Podemos, bloquear la formación de gobierno.
Los comicios se convocarán formalmente el próximo martes. De acuerdo con los plazos legales establecidos en la Constitución cuando no hay un presidente del gobierno elegido por el Congreso de los Diputados.
De cara a las urnas
Sánchez y Pablo Casado, líder del PP, tuvieron un áspero cara a cara con discursos que ya miran a la próxima cita en las urnas.
Casado arremetió contra Sánchez por su «incapacidad» y su «inacción más solemne». Le acusó de haber jugado los últimos cinco meses con los españoles porque quiso desde el primer momento elecciones.
Ione Belarra, también la portavoz de Unidas Podemos, les acusó de querer repetir elecciones porque sus asesores les auguran más escaños.
Sánchez lejos de reconocer alguna responsabilidad, culpó del bloqueo político a la «falta de sentido de Estado» de Casado, la «irresponsabilidad» de los liberales de Ciudadanos y el «dogmatismo» de Podemos.
Insistió en que espera lograr esa mayoría clara el 10 de noviembre, día de las nuevas elecciones.
Debate de facciones
El jefe del Ejecutivo y la vicepresidenta en funciones, Carmen Calvo, tuvieron que responder a duras intervenciones formuladas desde la oposición que acusaban a los socialistas de tacticismo político y de querer nuevos comicios para ampliar su mayoría.
Entre abucheos de la bancada del PP, Sánchez aseguró que ha intentado la investidura. Acusó a las otras tres grandes fuerzas de haber «bloqueado la formación del único gobierno posible».
Distribución de curules
Los socialistas consiguieron en abril 123 escaños de los 350 que tiene el Congreso, muy por delante del segundo partido, el PP con 66, pero insuficientes para la formación de un gobierno, por lo que necesitaban del apoyo de otros grupos, que no se materializó en los casi 5 meses transcurridos desde las elecciones.
En este ambiente crispado, con los líderes de los partidos tratando de eludir sus responsabilidades en el bloqueo político, se avecina la próxima cita con las urnas y, aunque la campaña electoral comenzará oficialmente el primero de noviembre, todas las formaciones están ya en plena batalla política, echando la culpa al otro de la repetición de elecciones como principal argumento.