El control del enorme incendio de Bejís, que asola la región española de Valencia (este) y que quemó miles de hectáreas de bosque, evoluciona favorablemente y se contuvo su avance, informaron este sábado servicios de emergencia y autoridades.
«El incendio evoluciona favorablemente. No hay llama en la mayor parte del perímetro», tuitearon a primera hora de la mañana los servicios de emergencia 112 de la región de Valencia.
«Se ha estado trabajando (…) en barrancos de difícil acceso, donde si había llama», añadieron.
El presidente regional, Ximo Puig, anunció también que «la evolución del incendio de Bejís es favorable y el avance del fuego se ha contenido».
La Dirección Nacional de Seguridad del gobierno central informó que el perímetro del incendio era de 135 km y que «se mantiene la evacuación preventiva de 2.200 vecinos» y «la orden de confinamiento de unas 1.500 personas» en dos pueblos, Alcublas y Andilla.
Unos 40 medios aéreos y cientos de bomberos siguen trabajando en la extinción de este fuego de la provincia de Castellón, que se inició el lunes, y que creó especial inquietud al acercarse al parque natural de Sierra Calderona.
El incendio llegó a resistir a las tormentas caídas a mediados de semana, que, en cambio, sí ayudaron a estabilizar el otro gran fuego que asolaba a la región valenciana, el de Vall d’Ebo.
Según datos del sistema europeo de información geoespacial Copernicus, difundidos este sábado, el incendio de Bejís quemó 17.500 hectáreas, y el de Vall d’Ebo unas 9.300.
En lo que va de año, España ha sufrido cerca de 400 incendios forestales, según las últimas cifras del Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales, como consecuencia de las olas de calor y los largos periodos de sequía, que devastaron ya más de 283.000 hectáreas de terreno, más del triple de la superficie total destruida en 2021.
El episodio más dramático de la semana vivida en Valencia se produjo el martes por la noche, cuando un tren que transportaba a unos 50 pasajeros se adentró en la zona del incendio de Bejís, en un incidente que dejó una docena de heridos, tres de ellos graves.
El tren salió de Valencia en dirección a la ciudad de Zaragoza (noreste) y la conductora, que no había sido alertada del peligro, se topó con las llamas y se vio obligada a dar media vuelta.
Pero durante la maniobra, algunos pasajeros entraron en pánico y salieron del tren, resultando heridos por las llamas.