Una madre fue acusada en Bolivia por haber obligado a uno de sus hijos a comer las heces de su hermana en represalia por contarle al padre que salía por las noches, informaron las autoridades.
La defensora de la Niñez y la Adolescencia en la región boliviana de Potosí, Claudia Heredia, dijo este jueves a los medios que los padres se habían separado y la madre tenía la custodia de los tres hijos, de 4, 7 y 10 años de edad.
«Lastimosamente los descuidaba, salía por las noches», relató la defensora, por lo que uno de los hijos contó al padre lo que hacía la madre.
«En represalia, habría hecho ingerir las heces fecales de su hija menor al niño de 7 años», contó Heredia.
La defensora comentó que la madre le cuestionó al niño por qué contaba a su padre que ella salía de noche y por ello le hizo comer «la caquita de su hermanita».
Heredia aseguró que ahora es el padre el que tiene la custodia de los hijos tras denunciar ante la Fiscalía a la madre, que al parecer lo habría agredido.
La representante de la Defensoría en la región andina de Potosí anunció que esa entidad ampliará la denuncia por violencia hacia los hijos.
Maltrato infantil en Bolivia
El pasado julio los padres de una niña de 8 años de edad fueron aprehendidos en Bolivia acusados de haberla envenenado mortalmente y haber intentado simular que se había ahorcado.
Un juzgado condenó también en julio a 30 años de cárcel, la pena máxima en el país, a un hombre que se confesó autor de la muerte de una niña, en un caso que causó conmoción en el país por haber abandonado el cuerpo en plena calle.
Hasta ese mes se habían registrado al menos 39 infanticidios en el país, mientras que hubo 66 durante todo el año pasado, según datos de la Fiscalía.