El Congreso de Estados Unidos validó este jueves en horas de la madrugada la victoria de Joe Biden en las elecciones presidenciales, último paso antes de su investidura el 20 de enero.
El vicepresidente republicano Mike Pence certificó el voto de 306 grandes electores a favor del candidato demócrata, frente a los 232 logrados por Donald Trump.
Esto, después de que partidarios del mandatario saliente irrumpieran en el Capitolio y sembraran el caos durante horas con el objetivo de impedir la validación de estos resultados.
Trump por su parte reconoció que su mandato está terminando y prometió una «transición en orden», después de que el Congreso certificara la victoria electoral del demócrata.
«Aunque estoy totalmente en desacuerdo con el resultado de estas elecciones y los hechos me apoyan, habrá una transición en orden el 20 de enero», dijo en un comunicado.
«Esto representa el fin de uno de los mejores primeros mandatos presidenciales y es solo el inicio de nuestra lucha para devolver a Estados Unidos su grandeza», agregó.
Asalto al Capitolio
El Capitolio, considerado el templo de la democracia estadounidense, vivió el miércoles escenas caóticas e inimaginables, cuando partidarios del presidente Trump lograron entrar e interrumpir durante horas una sesión en la que se iba a oficializar la victoria electoral de Biden, hechos que han provocado condenas y conmoción dentro y fuera del país.
Decididos a no dejarse intimidar, los legisladores reanudaron la sesión después de caer la noche y ambas cámaras rechazaron la primera de varias objeciones esperadas al triunfo de Biden.
Además, varios aliados de Trump cambiaron su voto tras los actos violentos registrado en el Capitolio.
Incitados por Trump, que en un mitin en las afueras de la Casa Blanca enfatizó que «nunca» admitiría que perdió las elecciones del 3 de noviembre, una turba enardecida logró franquear las vallas de seguridad en torno al Capitolio y entró en tropel arrasando las oficinas y las solemnes instalaciones.
Las fuerzas de seguridad lanzaron gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes, los legisladores fueron evacuados y recibieron instrucciones de ponerse máscaras antigás, y la alcaldesa demócrata Muriel Bowser impuso un toque de queda en toda la ciudad desde las 18H00.
La policía informó de que una mujer -una seguidora de Trump de California, según medios- recibió disparos de las fuerzas del orden y murió, mientras que otras tres personas también fallecieron en el área en circunstancias aún desconocidas.