El Congreso de Chile aprobó este jueves una reforma que permite realizar un plebiscito que eventualmente decidirá si se redacta una nueva Constitución. Se trata de una de las demandas de las protestas callejeras que se desataron hace dos meses.
Sin embargo, los congresistas rechazaron un pedido de la oposición al gobierno de Sebastián Piñera para que el órgano que redacte una nueva carta magna estuviera integrado por igual cantidad de hombres que de mujeres.
Plebiscito el próximo 26 de abril
El proyecto, aprobado por 38 votos a favor y 3 en contra, permite hacer un plebiscito el próximo 26 de abril a fin de que los votantes elijan si quieren una nueva Constitución y qué tipo de órgano debería redactarla.
«Este es un triunfo histórico e importante de la democracia chilena», dijo Jaime Quintana, presidente del Senado y del Partido Por la Democracia (PPD, izquierda), de oposición.
El miércoles, la Cámara de Diputados había aprobado la reforma en medio de una inusitada protesta de feministas. Estos ingresaron al hemiciclo en medio de gritos. Por falta de quorum los diputados rechazaron tres indicaciones que presentó la oposición y que contenían los pedidos de paridad de género y de inclusión de independientes y grupos indígenas.
El Senado también rechazó esas propuestas ante la falta de quorum y la resistencia de las bancadas conservadoras.
«Debe haber paridad, somos la mitad del país y nos cuesta mucho más, dada la subsistencia de los valores del patriarcado. Reconocemos al movimiento feminista que ha impulsado esto», dijo la senadora del Partido Socialista-PS, Isabel Allende, hija del fallecido presidente Salvador Allende.
El Congreso aprobó la reforma luego de que los senadores oficialistas y opositores llegaran a un acuerdo para establecer las reglas del plebiscito el 15 de noviembre pasado.
Una Constitución en democracia
Según congresistas opositores, las tres indicaciones rechazadas en ambas Cámaras también son parte de las demandas de los chilenos. Por ello, manifestaron que agotarán todas las instancias legislativas con el fin de que sean incluidas.
«Luego de 40 años se abre camino a una nueva Constitución hecha en democracia (…) El pueblo se manifiesta en las calles y se ha manifestado por una nueva Constitución», afirmó la senadora Allende.
Analistas coinciden en que el rechazo del Congreso a la paridad y los escaños para indígenas e independientes en una eventual Constituyente es una señal de la poca «empatía» de la clase política hacia el movimiento social que se mantiene en las calles.
«El rechazo le resta legitimidad al proceso constituyente, que tiene que ser legítimamente validado por la población. Eso no ocurrirá si no se abren los espacios de participación». Así lo afirmó Andrea Hurtado, directora de Género, Diversidad y Equidad de la Universidad de Santiago, en un comunicado de esa institución.
Destrabar la crisis social
El fin de semana pasado, más de dos millones de electores votaron en una consulta no vinculante en alrededor de 225 municipios. Expresaron un rotundo 92,4% a favor de una nueva Constitución.
La Asociación de Municipios de Chile decidió efectuar esa consulta en un esfuerzo por destrabar la crisis social que no cede en un país que hasta octubre era considerado uno de los más estables de la región junto a Uruguay.