La justicia japonesa confirmó el miércoles la absolución de tres exdirigentes del operador de la central nuclear de Fukushima, exculpándoles de nuevo de negligencia por la catástrofe de 2011.
La decisión fue anunciada ante el Tribunal Superior de Tokio por activistas y simpatizantes de las víctimas del peor accidente nuclear después del de Chernóbil (Ucrania) en 1986.
Varios activistas, entre ellos Etsuko Kudo, un antiguo habitante de la región de Fukushima, se reunieron fuera del tribunal para expresar su indignación.
«¿Cómo explicar esta sentencia a los niños de Fukushima que han sufrido tanto?», dijo Kudo, de 68 años, a la AFP.
«Es increíble que personas que son responsables de un desastre de tal magnitud puedan salir impunes sin ser consideradas penalmente responsables», añadió.
El tribunal de primera instancia de Tokio había absuelto en septiembre de 2019 al expresidente del consejo de administración de Tepco, Tsunehisa Katsumata, de 82 años, y a los exvicepresidentes Sakae Muto, de 72 años, e Ichiro Takekuro, de 76 años, de negligencia.
Según los demandantes, que habían apelado la decisión, los tres acusados deberían haber cerrado la central de Fukushima Daiichi mucho antes de la catástrofe.
Los tres exdirigentes de Tepco, los únicos que han sido acusados penalmente en relación con la catástrofe, se enfrentaban a penas de hasta cinco años de prisión.
Los tres exdirigentes y un cuarto exfuncionario fueron condenados el verano pasado en una demanda civil iniciada por los accionistas del grupo a pagar una indemnización récord de 13,3 billones de yenes (poco más de 100.000 millones de dólares).
Tres de los seis reactores de la central nuclear de Fukushima estaban en funcionamiento cuando un enorme terremoto submarino provocó un devastador tsunami el 11 de marzo de 2011.
Se fundieron después de que sus sistemas de refrigeración fallaran cuando las olas inundaron los generadores de reserva.
El tsunami de 2011 dejó 18.500 muertos y desaparecidos.
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