La histórica ola precoz de calor en Europa, que azota particularmente a Francia y España desde el jueves, empezó a mermar el domingo en el suroeste y el oeste del continente, trasladando las altas temperaturas hacia el este, donde el termómetro alcanzaría los 38 grados.
Después de registrar temperaturas incluso superiores a 40 grados, y de numerosos récords de calor rotos durante el sábado en el oeste de Francia, el clima tormentoso que se espera el domingo haría «disminuir gradualmente» la ola de calor, según Météo France.
Mientras las temperaturas bajan en la costa atlántica, la ola de calor persiste en regiones del noreste, donde el servicio meteorológico pronostica hasta 38 grados e incluso un poco más en la llanura de Alsacia.
El domingo en la mañana Météo France levantó la alerta roja en el suroeste del país, mientras 50 departamentos en el centro y noreste fueron puestos en alerta naranja, y 32 permanecen alerta amarilla, informó la entidad en su boletín matutino.
El servicio meteorológico de Francia había registrado durante el sábado «picos cercanos a los 42°/43°C» en el suroeste, con récords en Biarritz (42,9°C), en el País Vasco; en Cap-Ferret (41,9°C), en la Bahía de Arcachón; o en Biscarrosse, en Landas (41°C, récord que igualó el de 1968).
La barrera simbólica de 40 °C también la alcanzaron varias regiones del oeste. En París el termómetro se detuvo en los 37°C y sus habitantes se volcaron a las fuentes de la ciudad ante la prohibición de bañarse en el río Sena.
«Esta es la ola de calor más temprana registrada en Francia» desde 1947, declaró Matthieu Sorel, climatólogo de Météo-France, que insiste en que es un «marcador del cambio climático».
Incendios y evacuaciones en España
En el sur de Francia, el disparo de un proyectil de artillería en un lugar de entrenamiento militar en el departamento de Var -donde se encuentra Saint Tropez- provocó un incendio que quemó unas 600 hectáreas, informaron las autoridades. Otros dos incendios se declararon en el territorio.
En España, los bomberos seguían luchando contra varios incendios, uno de los cuales ya ha devastado 20.000 hectáreas en el noroeste, en lo que se espera sea el último día de la ola de calor.
El incendio más importante obligó a evacuar a centenares de habitantes de más de diez localidades en la Sierra de la Culebra, un macizo montañoso de la región de Castilla y León, cerca de la frontera con Portugal.
Los incendios también provocaron el cierre de una carretera y de una línea de tren de alta velocidad entre Madrid y Galicia (noroeste).
La agencia española de meteorología Aemet coincide en que esta canícula excepcional debe terminar el domingo, gracias a una masa de aire más frío procedente del oeste.
España, que ya había vivido el mes de mayo más cálido desde el principio del siglo, ha sufrido cuatro episodios de temperaturas extremas en los últimos diez meses, incluida la actual ola de calor.
Desastre humano
La ola de calor alcanzó también Alemania el viernes y este sábado las temperaturas alcanzaron un récord de 36,4ºC en Waghäusel-Kirrlach, en el suroeste, según el instituto alemán de meteorología (DWD).
El país también sufre de los incendios, entre ellos uno en Brandenburgo, la región en torno a Berlín donde se quemaron 60 hectáreas. Pero según el DWD, se prevé que caigan tormentas la noche del sábado, con rachas de viento de hasta 95 km/h, granizo y fuertes lluvias en el norte del país.
Reino Unido no se libra de las altas temperaturas. Las autoridades registraron el viernes su día más caluroso del año, con temperaturas que superaron los 30ºC a primera hora de la tarde.
Y en el norte de Italia, varias ciudades anunciaron el racionamiento de agua. Además, la región de Lombardía podría declarar el estado de emergencia, ya que una sequía récord amenaza las cosechas.
«Ya es hora de actuar, cada acción cuenta», declaró el secretario ejecutivo de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CNULD), Ibrahim Thiaw, en una conferencia que se celebra en Madrid.