¿Cómo reducir la desigualdad de la vacunas anticovid-19? La cuestión afecta a la comunidad internacional ya que los países que tienen dinero siguen inmunizando a sus poblaciones, privando a los Estados menos afortunados del acceso a dosis aún demasiado escasas.
Ngozi Okonjo Iweala, nueva directora de la Organización Mundial del Comercio, hizo de este tema una prioridad.
El miércoles, reunió a unos 50 representantes de todas las partes interesadas -fabricantes, proveedores, funcionarios gubernamentales, instituciones internacionales, etc- para aclarar las cosas e identificar los obstáculos a un aumento de la producción de vacunas, con el fin de detener una pandemia que ha causado al menos 2,96 millones de muertes desde hace 15 meses.
Los llamados a compartir mejor las dosis de vacunas para proteger a los profesionales de la salud y a las personas más vulnerables de todo el mundo quedaron en la nada.
Impulsados por sus opiniones públicas, los dirigentes de los países ricos compran lo que puede comprarse y aspiran a tasas de vacunación que superan con creces sus poblaciones prioritarias.
El viernes, el jefe de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, se sublevó contra esta «brecha» en el acceso a las vacunas con una fórmula impactante: 1 de cada 4 personas vacunadas en algunos países ricos, frente a 1 de cada 500 en algunos países pobres.
Una competición por las dosis que afecta hasta el sistema Covax, que debe garantizar una distribución equitativa, en particular, a 92 países pobres.
Los obstáculos para aumentar la producción de vacunas son muchos, entre ellos la complejidad del proceso, que puede implicar la utilización de cientos de ingredientes provenientes de muchos países.
Las dificultades de AstraZeneca para su producción en Europa fueron noticia, mientras que en Estados Unidos un error cometido por un subcontratista de Johnson&Johnson echó a perder 15 millones de dosis.
Desarrolladas en un tiempo récord, la docena de vacunas ya en uso han llevado a un aumento exponencial de la producción que, a su vez, condujo a la escasez de materias primas.
Producir más, en menos tiempo
Obstáculos como las prohibiciones a la exportación, la falta de personal cualificado, la ausencia de organismos reguladores en algunos países -capaces de garantizar la seguridad y la calidad de los productos- sin olvidar la falta de financiación a largo plazo, fueron mencionados durante la reunión, explicó un participante.
Y, por supuesto, el tema de las patentes se volvió a poner sobre la mesa.
India y Sudáfrica pidieron el levantamiento temporal de las normas de la OMC para poder producir muchas más vacunas, mucho más rápido.
El miércoles, 170 ex jefes de Estado y/o gobierno y personalidades del ambiente médico instaron al presidente estadounidense Joe Biden a apoyar la eliminación de los derechos de propiedad intelectual.
Pero el expediente está en un callejón sin salida ante la OMC y se teme que esto desaliente a los laboratorios si sus rendimientos de la inversión se ven limitados.
Thomas Cueni, director general de la Federación Internacional de Asociaciones de Fabricantes de Productos Farmacéuticos, destacó que los fabricantes que representa ya están haciendo grandes esfuerzos para cooperar y que más de 200 acuerdos de transferencia de tecnología para aumentar la producción -incluso con los competidores- fueron concluidos.
La jefa de la OMC, que ve en esta lucha una manera de redorar la imagen de la organización, expuso una posible hoja de ruta el miércoles. Para los países miembros de la OMC, se trata de reducir las barreras comerciales y avanzar en la propuesta de levantamiento temporal de las patentes. Para las empresas farmacéuticas es cuestión de utilizar todos los medios posibles para aumentar la producción, con una mayor transparencia en los contratos y en los precios.