La crisis humanitaria, que obedece a las circunstancias políticas y económicas de la región, ha encontrado en las redes sociales una ventana de exposición y un diverso aparato de amplificación. Así lo permitió ver una exploración en plataformas como Facebook, Instagram, X -antes Twitter– y TikTok llevada a cabo por la organización Linterna Verde que buscó caracterizar el ecosistema digital de la migración por el Darién.
Entre caminos de lodo, campamentos y viajes en lancha, una mujer romantiza la travesía por el Darién en un video que acumula 1,6 millones de reproducciones en TikTok. En otro, una mujer hace un recuento de su primer día en la selva, siguiendo la dinámica de algunos influenciadores de registrar su rutina diaria.
Según la investigación, hay diferencias notables en cada una de las plataformas. Mientras que en X las voces formales –de medios de comunicación, gobiernos y agencias internacionales– dominan la conversación, espacios como TikTok se han convertido en tribunas para que los propios migrantes compartan su experiencia y expongan sus emociones.
Las redes son un megáfono de lo que sucede en el Darién
A partir de relatos íntimos y en primera persona, las personas que cruzan el Darién hacen de sus cuentas en redes un megáfono desde el que registran su cotidianidad, muchas veces en términos positivos o con el propósito de alentar a otros a emprender el viaje. En otros casos, la migración se «memifica» y las dinámicas de las redes sociales –como los sketches, filtros de imagen y de voz– son utilizadas para abordar desde la sátira o el humor la experiencia de la selva.
Los contenidos se apalancan también en elementos culturales reconocidos, como canciones –en especial corridos– que tratan sobre la migración y la lucha por una mejor calidad de vida. Es el caso de canciones como Billete grande, de Fuerza Regida, o Ilegal del Grupo Recluta. “Así fue mi paso por la frontera, con un sueño porque el hambre no te espera”, dice la letra de una.
La observación incluyó un análisis de más de mil comentarios a los videos en TikTok, que permitió concluir que, en términos generales, la respuesta a los contenidos está marcada por muestras de solidaridad y de empatía. Los usuarios que interactuaron con el contenido tendían a expresar su apoyo a las personas migrantes, encomendarlos a Dios e incluirlos en sus oraciones.
La muerte acecha
Al menos 45 personas han muerto este año al intentar cruzar la frontera, de acuerdo con cálculos del ministro de Seguridad Pública de Panamá, Frank Ábrego. En la conversación digital, algunos contenidos hacen énfasis en los peligros del trayecto, que incluye ríos caudalosos, animales depredadores y la presencia de grupos criminales.
En un video se muestra a un hombre que a varios metros de altura se arroja a una cascada con un niño en brazos. En otro, se aprecia un caimán apostado a las orillas del río Tuira, así como restos de animales devorados en el camino.
Este tipo de contenidos también tienen cabida para testimonios y alertas. Es el caso de un migrante que advierte cómo un niño se ha quedado solo en la ruta. “Si su mamá no logra llegar, nosotros lo acogemos en el grupo y lo tenemos aquí sano y salvo”, dice la persona que graba. También aparecen creadores de contenido en YouTube que han hecho el trayecto en más de una ocasión para compartir la experiencia con su audiencia.
Si bien el contenido sobre los riesgos de la travesía abunda en la conversación digital, según la observación este tiende a perderse entre el paisaje de material informativo, de opinión o abiertamente amarillista sobre los dramas humanitarios.
Oferta de servicios migratorios irregulares
La situación en el Darién ha dado lugar a una oferta de servicios migratorios irregulares que también se hace presente en redes sociales. En TikTok, agencias promocionan “viajes 100% seguros” y las tarifas de las rutas para llegar a Panamá desde Colombia, así como los servicios que incluye cada paquete. Gran parte de este material ha sido retirado por la plataforma.
Las políticas de TikTok prohíben el contenido relacionado con “contrabando humano”, es decir, aquel que brinde ayuda o venda servicios para que una persona entre de forma irregular a otro país. Sin embargo, la compañía ofrece expresamente un espacio para que las personas migrantes puedan documentar sus experiencias, “siempre y cuando no se muestre de forma explícita la participación de contrabandistas”.
En 2023, más de medio millón de personas atravesaron el Darién y más de 200.000 lo han hecho en lo corrido de este año. Según algunos pronósticos, la crisis política que ha proseguido a las últimas elecciones en Venezuela podría desencadenar una nueva ola migratoria en el continente. Una mirada a la conversación digital sobre este fenómeno puede dar muchas más luces para atender y comprender la crisis.