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Cómo la inexperiencia de los talibanes exacerba la catástrofe del terremoto en Afganistán

por Avatar EFE

La falta de experiencia de los talibanes deja a Afganistán frente a una de las peores catástrofes en décadas sin un plan de respuesta para gestionar las consecuencias de los terremotos en el oeste afgano, que tras casi una semana sigue sin saber cuántas de las más 4.500 víctimas están heridas o fallecidas.

Afganistán sufría ya una de las peores crisis humanitarias del mundo, lo que hizo de los terremotos del pasado sábado un golpe aniquilador para esta nación en manos de un grupo fundamentalista que hasta hace dos años se escondía en las montañas para planear ataques contra la invasión estadounidense.

Sin plan de rescate

“Por lo que hemos visto, el Gobierno de los talibanes no tiene un plan adecuado a corto, mediano y largo plazo para cubrir a la gente sobre el terreno”, dijo a EFE el experto en emergencias afgano Mohammad Masood Dawlatshahi.

El distrito de Zindah Jan, en la provincia de Herat, fue el epicentro de los terremotos de hasta 6,3 de magnitud del pasado sábado. Cerca del 90 por ciento de los pueblos que componen este distrito desaparecieron, lo que eran centenares de casas hechas de barro ahora están convertidas en montañas de tierra y polvo.

A lo largo de casi una semana, supervivientes y parientes de zonas lejanas del epicentro han tenido que viajar a Herat para buscar en los hospitales o desenterrar con sus propias manos a sus familias.

Algunos habitantes entrevistados por EFE aseguran que los únicos recursos enviados para los rescate fueron «picos y palas» para que la gente hiciera por sí mismos las búsquedas.

Sin expertos en rescate, los habitantes arañan la tierra buscando rastros de tela, cabello, o cualquier indicación de que en ese punto hay un cuerpo.

Sin balance

«El incidente entró en el sexto día, pero los talibanes hasta ahora no han anunciado el número exacto de muertos: Gestión de Desastres dice 2.400, mientras que el Ministerio de Salud dice más de 1.000, lo que demuestra su irresponsabilidad ante la catástrofe humana en Herat», señaló a EFE el activista social Nahid Noori.

En un balance preliminar, las autoridades calcularon más de 2.400 muertos y 2.000 heridos, sin embargo más tarde indicaron que las víctimas podrían ser más de 4.500, asegurando que todavía es «muy difícil» confirmar cuántas de esas personas están muertas.

El Ministerio de Salud ha afirmado que son más de mil, refiriéndose al número que ha logrado identificar y corroborar.

El número varía según el origen del conteo. Mientras tanto, los campos de damnificados están repletos con cientos de víctimas que aseguran haber perdido a todos los miembros de su familia de más de una docena de integrantes.

Sin dinero

El Gobierno de los talibanes, con varios de sus líderes en listas negras de los organismos internacionales, son objeto de sanciones y no tienen acceso a las reservas del país ni al sistema financiero internacional.

Aunque desde los primeros días han pedido insistentemente la ayuda de la comunidad internacional, una fuente consultada por EFE dentro de Naciones Unidas aseguró que la respuesta de los donantes es muy baja, y que de momento la ONU dispone de sus fondos de emergencia para situaciones como esta.

El gobierno apeló a los propios ciudadanos, especialmente de «las personas adineradas» y empresarios afganos, a donar dinero para la emergencia.

En las calles de las principales ciudades, los habitantes depositan en cajas unas pocas monedas para estos fondos, pese a sus propias limitaciones, ya que según datos de la ONU más del 90% de las familias de este país asolado por la guerra no tiene suficiente para comer.

“El gobierno talibán y otras organizaciones sólo proporcionan suministros muy necesarios, como tiendas de campaña, alimentos, agua mineral y mantas, y esto no ayudará a las personas afectadas por el terremoto, a menos que comiencen a levantar instalaciones necesarias”, remarcó Dawlatshahi.

Una de las principales aerolíneas del país y un acaudalado empresario afgano en el extranjero hicieron dos de las principales donaciones.

Pero eso no basta, «debido a los continuos terremotos, las entidades de transferencia de dinero no funcionan en Herat, MoneyGram y Western Union están suspendidos (…) Para ayudar se necesita mucho por dinero en efectivo en Herat”, dijo a EFE el trabajador de la Fundación Benéfica Refa, Fawad Noorzad.

El invierno se acerca y más de 2.000 casas fueron destruidas solo en el distrito de Zindah Jan, hasta el momento el Gobierno talibán no ha anunciado un plan de reconstrucción.

Según los expertos para responder a un desastre natural tan importante, se necesita un plan y una propuesta para proporcionar medios de vida, una fuente de agua potable, construir casas, un sistema de salud y educación, especialmente cuando se acerca el frio invierno que castiga a estas familias sin viviendas adecuadas y paraliza sus trabajos del campo.

«Se necesita una estrategia prolongada para hacer frente a desastres naturales importantes y no sólo asistencia de emergencia durante unos días», explicó a EFE el trabajador humanitario Wafiullah Rawan.

En este momento, «no hay suficiente capacidad de gestión de desastres y la estrategia actual del gobierno talibán no está funcionando para cubrir a las personas en el terreno», lamentó.