Una de las alternativas que ha propuesto Estados Unidos para reducir el flujo de migrantes -y que ya está en marcha- es el programa de Movilidad Segura, que se acordó con Colombia, Costa Rica y Guatemala.
En el caso de Colombia, el proyecto pretende que los migrantes en vez de cruzar de forma irregular por el Tapón del Darien y seguir su camino hacia el paso fronterizo entre México y Estados Unidos, se queden en ese territorio para realizar el trámite de un eventual permiso de ingreso regular al país norteamericano.
Desde inicios de este mes empezaron a funcionar dos puntos de atención, uno en Medellín y otro en Cali. Se tiene previsto que en las próximas semanas se abra el tercero, que se habilitará en Soacha.
Hay que tener presente que en estas oficinas no atienden a colombianos, pues solo tramitan los procesos de ciudadanos provenientes de Venezuela, Haití y Cuba que demuestren que se encontraban en Colombia con un estatus regular migratorio antes del 11 de junio de 2023.
Una fuente enterada del proceso le dijo a El Tiempo que fueron casi 4.000 las personas que se inscribieron y a las cuales ya se les están adelantando sus trámites. Por ahora no se recibirán más solicitudes, pues el programa entró en una fase de prueba de seis meses. En enero del otro año se determinará si el programa continúa, se expande o se modifica.
Analistas, sin embargo, coinciden en que la cifra que están abordando resulta muy pequeña si se tiene en cuenta el alto flujo migratorio que se ha registrado en la frontera con Panamá este año.
Según cifras oficiales del país centroamericano, más de 307.000 personas han cruzado la selva del Darién, con corte al 31 de julio, mientras que en todo 2022 fueron 248.000 personas. Más de la mitad de estos migrantes son venezolanos, según la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur).
Además, el panorama de la migración y cooperación entre los dos países se está complicando después del duro mensaje que emitió este jueves el gobierno panameño. Aseguraron que se tomarán “medidas contundentes” ante la que el Palacio de Las Garzas llama “falta de cooperación internacional”, señalando principalmente a Colombia.
“La comunicación y el manejo que ha tratado de darle Panamá (a la migración) a través de la cooperación internacional ha caído en oídos sordos; hay países del sur que no le están prestando la debida responsabilidad a este tema”, aseguró en rueda de prensa el ministro de Seguridad, Juan Manuel Pino.
Y agregó: “Lógicamente, Panamá debe tomar sus decisiones internas y externas” y en los próximos días “estará tomando medidas y acciones contundentes”. Entre esas medidas está tratar el tema de la migración como un asunto de seguridad nacional y, eventualmente, militarizar la frontera con Colombia, que tiene 266 kilómetros de espesa selva.