El comité de legisladores que investigan el asalto al Capitolio en 2021 se concentrarán este martes en analizar las presiones del entonces presidente Donald Trump para revertir el resultado de las elecciones de 2020.
La sesión inicia la tercera semana de audiencias. El comité expuso en sus conclusiones iniciales que Trump lideró una conspiración para anular las elecciones presidenciales ganadas por Joe Biden y desembocó en la insurrección en Washington.
Colaboradores del comité dicen tener pruebas de que Trump y sus aliados estuvieron involucrados directamente en presiones a legislaturas de estados, controlados por republicanos para revertir resultados que favorecían a Biden.
El comité escuchará a altos funcionarios estatales republicanos que aparentemente los engatusaron en la campaña de Trump con el objetivo de cambiar la voluntad de los votantes invocando un fraude pero sin presentar pruebas.
«Donald Trump sabía que no existió un fraude generalizado. Sabía que sus denuncias no tenían sustento, que las cifras no bastaban para alterar la elección. Y, aun así, siguió con su campaña», dijo un asesor del comité.
«Sabía que las denuncias eran falsas y se tornó cada vez más evidente que la presión de la campaña conduciría a la violencia. De todos modos, siguió adelante», añadió.
‘»Falsos electores»
Los presidentes de Estados Unidos no son electos por voto directo sino por un Colegio Electoral de 538 miembros.
Cada estado tiene allí tantos electores como representantes en el Congreso.
Los partidos de cada estado escogen a sus propios electores y en casi todo Estados Unidos, el partido que ganó en un estado se lleva todos los cargos asignados en el Colegio Electoral.
El comité dice que una clave del complot fue conseguir que republicanos pro-Trump en estados ganados por Biden utilizaran certificados de apariencia oficial pero falsos para presentarse como electores legítimos.
El comité dice que demostrará que Trump presionó a su vicepresidente, Mike Pence, para que aceptara a esos «falsos electores» cuando supervisaba la certificación de la victoria de Biden el 6 de enero de 2021.
Pence se negó a reconocer a esos electores y los partidarios del presidente se amotinaron durante horas en el Capitolio lo cual derivó en escenas de brutalidad sin precedentes que provocaron al menos cinco muertos.
El comité escuchará al secretario de Estado de Georgia, Brad Raffensperger, a quien Trump forzó a «encontrar» suficientes votos para superar la ventaja de Biden en ese estado.
Se espera también que Rusty Bowers, presidente de la Cámara de Representantes de Arizona, declare sobre las presiones de Trump, su abogado Rudy Giuliani y Ginni Thomas, esposa del juez de la Suprema Corte de Justicia Clarence Thomas.
«Amenazas de muerte»
El comité pidió hablar con Ginni Thomas quien declaró en un medio conservador que quiere «aclarar ideas equivocadas».
También comparecerá Shaye Moss, una exfuncionaria electoral de Georgia que procesó votos en 2020.
Trump y Giuliani la acusaron a ella y a su madre Ruby Freeman de «amañar» la elección en un condado con «maletas» llenas de votos por Biden.
Moss y Freeman, que recibieron amenazas de muerte cuando Trump reveló sus nombres, demandaron a Giuliani en una corte federal.
Moss estaría a dispuesta a detallar «cómo su vida y la de su madre cambiaron drásticamente desde que Trump las puso en la mira», según un asesor del comité.
«Las llamaron estafadoras profesionales de votos, recibieron amenazas de muerte, intimidaciones, coerción y fueron obligadas a esconderse», dijo ese asesor.
Añadió que el comité podría demostrar que las amenazas a funcionarios electorales aún prosiguen y que la democracia está en peligro por «las mentiras acerca de la elección de 202 y las futuras.
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