La conferencia de Naciones Unidas sobre biodiversidad comenzó el miércoles en Montreal la búsqueda de un acuerdo considerado como la última oportunidad para salvar las especies y los ecosistemas.
Delegados de más de 190 países se reunirán hasta el 19 de diciembre para adoptar una nueva hoja de ruta para la próxima década que salvaguarde los bosques, los océanos y las especies del planeta.
«Esta reunión es nuestra oportunidad de pasar de la desarmonía a la armonía: detener esta orgía de destrucción y concluir un pacto de paz con la naturaleza», dijo Huang Runqiu, ministro de Ecología y Medio Ambiente de China, país que preside las conversaciones.
La directora del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) instó a los negociadores a establecer un marco sólido para la naturaleza. «Llevamos negociando mucho, mucho tiempo. Todo el mundo habla de compromiso, pero no avanzamos lo bastante rápido», dijo Inger Andersen en la inauguración.
El conflicto en Ucrania ocupó los primeros debates de la cumbre, con las naciones occidentales criticando la destrucción ambiental que trajo la invasión rusa.
«La guerra trae contaminación y una degradación ambiental a largo plazo, destruyendo áreas protegidas y hábitats naturales», dijo Ladislav Miko, representante de la Unión Europea en esta reunión conocida como COP15.
«Mientras la guerra continúa, bloquea buena parte de la acción para la conservación y restauración de la naturaleza», añadió.
El embate de la Unión Europea y Nueva Zelanda, que hablaron en nombre de otros países incluido Estados Unidos, llegó luego de que el presidente ucraniano Volodimir Zelenski acusó a Moscú de «ecocidio» y de devastar la población de delfines en país.
El delegado ruso, Denis Rebrikov, respondió que rechazaba «vehementemente» los reclamos «por estar fuera del enfoque de esta COP sobre biodiversidad».
Añadió que los conflictos en el pasado reciente, como los de Irak, Libia, Afganistán y Siria, no se plantearon en cumbres ambientales a pesar del daño que hicieron al ecosistema.
«Es difícil no quedarse con la impresión de que estos países están tratando deliberadamente de sabotear la adopción de un marco global» sobre diversidad, añadió Rebrikov.
A las afueras del centro de convenciones que albergaba la cumbre, unos 150 activistas vestidos de negro se manifestaron contra la que llamaron hipocresía alrededor del encuentro, mientras la policía antidisturbios vigilaba.
«Resistencia significativa»
Los objetivos preliminares para el marco de 10 años incluyen un compromiso fundamental para proteger el 30% de la tierra y los mares del mundo para 2030, eliminando los subsidios dañinos a la pesca y la agricultura y abordando las especies invasoras y reduciendo los pesticidas
Las finanzas son uno de los temas más divisivos, ya que las naciones en desarrollo exigen más fondos para la conservación.
A principios de este año, una coalición de naciones del sur pidió a los países ricos que proporcionen al menos 100.000 millones de dólares al año (aumentando a 700.000 millones de dólares anuales para 2030) para la biodiversidad y temas climáticos.
Algunos países buscan crear un fondo para financiar la biodiversidad, pero las naciones ricas se han resistido, ya que prefieren mejorar los canales existentes.
El delicado tema de la biopiratería también está provocando obstáculos, ya que muchos países, principalmente africanos, exigen que las naciones ricas compartan las ganancias de los ingredientes y fórmulas utilizados en cosméticos y medicamentos derivados de recursos objeto de conservación en el hemisferio sur.
La implementación se ha convertido en otro punto conflictivo en los últimos días, con desacuerdos sobre cómo garantizar que se ponga en práctica cualquier acuerdo final.
«Existe una resistencia significativa a tener los mecanismos sólidos de seguimiento y revisión que creemos que son necesarios», dijo una fuente europea cercana a las negociaciones.
«Momento París»
La cumbre, presidida por China y trasladada a Canadá por la política de cero covid de Pekín, se celebra sin la presencia de los líderes mundiales, que en cambio sí asistieron masivamente a la COP climática de Sharm el Sheikh en noviembre.
El presidente de China, Xi Jinping, no estará en la COP15 y visitará Arabia Saudita, rica en petróleo, esta semana.
En su lugar, serán los ministros relacionados con el medioambiente los encargados, a partir del 15 de diciembre, de encauzar las negociaciones.
Las ONG dicen que la falta de líderes mundiales en la cumbre implica el riesgo de disminuir el impulso de las conversaciones y podría arruinar un acuerdo ambicioso.
Las conversaciones se producen mientras los científicos advierten que el mundo se enfrenta al mayor evento de extinción masiva desde la era de los dinosaurios, con más de un millón de especies en peligro.
La actividad humana ha diezmado los bosques, los humedales, los cursos de agua y los millones de plantas, animales e insectos que viven en ellos, y la mitad del PIB mundial depende de alguna manera de la naturaleza.
Con tanto en juego, los observadores piden un «momento París» para la naturaleza, un acuerdo ambicioso en línea con el histórico pacto que se selló en la cumbre climática de 2015.