El opositor ruso Alexéi Navalny, condenado esta semana a casi tres años de cárcel, es juzgado de nuevo a partir de este viernes en Moscú por difamación.
Navalny estuvo presente en la audiencia, en el cubículo de cristal reservado a los detenidos, comprobó un periodista de la AFP.
El activista anticorrupción esta acusado de haber difundido informaciones «falsas» e «injuriosas» sobre un excombatiente de la Segunda Guerra Mundial que defendió en un video el referéndum que dotó de más poderes a Vladimir Putin el año pasado.
Navalny había calificado a quienes intervinieron en este video de «vergüenza para la nación» y de «traidores».
El opositor, que podría ser condenado a pagar una multa o a una pena de cárcel, asegura que se trata de una maniobra política.
Navalny se ha convertido en una molesta piedra en el zapato para el Kremlin y en un enemigo acérrimo de Putin. El martes fue condenado por haber no haber respetado un control judicial que data de 2014.
El activista, que pasó varios meses en Alemania convaleciendo tras haber sido envenenado en Rusia, cree que el Kremlin, a quien acusa de haber intentado matarlo, quiere silenciarlo a toda costa.
Navalny fue arrestado el 17 de enero, tras volver a Rusia desde Alemania. Su detención ha provocado manifestaciones multitudinarias en las principales ciudades del país, que se saldaron con unos 10.000 arrestos.
El jueves por la noche, el opositor pidió a sus partidarios que «superen el miedo» y liberen a Rusia de «los ladrones».
El caso de Nalvany centrará este viernes el encuentro entre el jefe de la diplomacia europea, el español Josep Borrell, con el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov.