Los sangrientos combates entre una fuerza paramilitar y el ejército de Sudán han dejado más de 700.000 desplazados internos desde que iniciaron a mediados de abril, el doble de lo registrado hace una semana, afirmó este martes la agencia de la ONU para las migraciones.
«Ahora hay más de 700.000 desplazados internos por los combates que comenzaron el 15 de abril. Es más del doble del número contabilizado el martes pasado, que era de 340.000 personas», explicó Paul Dillon, portavoz de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Incluso antes de que comenzaran los combates, 3,7 millones de personas estaban registradas como desplazados internos en Sudán, recordó Dillon.
«Muchos desplazados internos se refugian en casas de familiares, mientras que otros se reúnen en escuelas, mezquitas y edificios públicos», explicó el portavoz de la OIM.
Unas 150.000 personas han huido a países de la región desde que estallaron los enfrentamientos, según cifras compiladas por el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (Acnur).
Sudán se encuentra sumido en el caos desde que el 15 de abril estallaron enfrentamientos entre el ejército del general Abdel Fatah al Burhan y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) del general rival Mohamed Hamdan Daglo.
Las negociaciones que se llevan a cabo en Arabia Saudita para lograr un alto al fuego están estancadas. No hay ningún avance importante, dijo el lunes a AFP un alto diplomático saudita, bajo anonimato.
Los combates han causado hasta ahora unos 750 muertos y al menos 5.000 heridos, según la oenegé Acled.
El conflicto ha provocado múltiples advertencias de las agencias de la ONU sobre una crisis humanitaria catastrófica.