Las autoridades de Norte de Santander, especialmente en Cúcuta, se encuentran en alerta máxima ante la posibilidad de una nueva ola migratoria proveniente de Venezuela, lo cual ha hecho que se refuercen sus controles fronterizos. Esta situación se intensifica tras las recientes tensiones políticas y sociales tras las elecciones presidenciales del 28 de julio, cuando el Consejo Nacional Electoral (CNE) anunció la victoria de Nicolás Maduro.
Controles fronterizos ante nueva ola migratoria
La preocupación es palpable en el Concejo Municipal de Cúcuta, donde funcionarios han comenzado a dialogar sobre las implicaciones que esta situación podría tener en la ciudad. Edinson Contreras, presidente de la Cámara, manifestó, en una entrevista con el Diario La Nación, la necesidad urgente de que Migración Colombia adopte medidas más rigurosas en los controles fronterizos.
“Hay que estar muy alerta, pues se presume que sea bastante alta y nos pudiera estar ocasionando algunas consecuencias en la ciudad”, enfatizó Contreras.
El edil también puso de manifiesto la necesidad de reforzar los controles fronterizos en los pasos formales y en los puentes, así como en las rutas informales conocidas como «trochas». A su juicio, el aumento del desempleo podría ser un factor determinante en la llegada de más venezolanos a la región. “Un factor que puede influir es en el desempleo, pudieran estar subiendo los índices”, añadió.
Contreras advirtió sobre el problema de la inseguridad al señalar que aunque muchos migrantes llegan con la intención de contribuir a la economía local, otros, debido a su situación precaria, podrían verse arrastrados a unirse a bandas o grupos criminales que operan en la frontera.
Cúcuta ha sido un punto neurálgico para cientos de miles de venezolanos que huyen de la crisis en su país, usando la ciudad como puente hacia otros destinos o como un lugar para establecerse definitivamente. De acuerdo con datos del gobierno colombiano, más de 220.000 migrantes venezolanos se han instalado en Cúcuta, mientras que otros 38.000 han encontrado refugio en Villa del Rosario, también en Norte de Santander.
Organismos internacionales como la ONU y organizaciones no gubernamentales han expresado preocupación por la situación de los migrantes y refugiados, resaltando la necesidad de coordinación entre las autoridades colombianas y las venezolanas para garantizar la seguridad y los derechos humanos de estas poblaciones. Además, se recomienda desarrollar programas de integración que permitan a los migrantes contribuir positivamente a la economía local y prevenir la violencia y el crimen organizado.