El Gobierno de Colombia y la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) lograron un compromiso para facilitar el retorno de comunidades indígenas desplazadas por la violencia.
El presidente Gustavo Petro pidió este sábado 3 de diciembre ampliar este acuerdo en más territorios colombianos.
En este sentido, el mandatario señaló en el Encuentro de Dirigentes del Occidente Antioqueño que esta decisión es el primer punto de un acuerdo con el ELN.
«Es el primer punto con el ELN en el que se permite el regreso de las poblaciones desplazadas por esa organización de territorios indígenas», dijo.
Petro señaló que uno de esos ejemplos es el municipio de Murindó, en el departamento de Antioquia, que sigue sufriendo la violencia.
«Han vuelto a Murindó un municipio moribundo, y nosotros no podemos permitir eso», señaló el mandatario colombiano.
Agregó que se trata de una localidad «de mayorías étnicas: indígenas y afros» y pidió más acciones para que se pueda vivir en paz en los territorios.
Por otro lado, abogó por un «cese de la hostilidad sobre la población en Murindó» para que su población pueda «vivir en paz».
En referencia al pueblo emberá, el presidente destacó que ha sido víctima de la violencia del conflicto a manos de diferentes actores.
Para el mandatario, estos actores le han quitado al pueblo emberá «la tranquilidad de vivir en sus territorios».
Por eso, celebró el primer acuerdo alcanzado en Caracas en la nueva ronda de conversaciones de paz, cuyo primer ciclo concluyó hoy.
No obstante, consideró que «esto hay que aplicarlo a otras poblaciones. Es decir, el retorno debe ser posible en todo el territorio nacional para cualquier grupo étnico de la población».