MUNDO

Colombia liberó a «La Madame», la proxeneta que aterrorizaba a migrantes venezolanas

por El Nacional El Nacional

Un juez de Ibagué, en Colombia, liberó a «La Madame», la proxeneta conocida por aterrizar a cientos de migrantes venezolanas, a quienes prostituyó mediante una red de trata.

Liliana del Carmen Campos Puello, como se llama la mujer, quedó en libertad este viernes, luego de que el juez le otorgara beneficios en su proceso penal, reseñó Versión Final.

Su pena de prisión inicial era de 98 meses, en la cárcel de Picaleña de Ibagué, donde estaba pagando su condena desde el 30 de julio de 2018, por los delitos de trata de personas, concierto para delinquir e introducción a la prostitución. Sin embargo, bajo la orden del Juzgado Tercero de Ejecución de Penas de Ibagué, este viernes quedó en libertad.

A «La Madame» se le acusa de haber prostituido a más de 250 mujeres, entre ellas menores de edad, en la ciudad de Cartagena, Colombia.

Desmantelaron red de trata de «La Madame»

Las autoridades colombianas desmantelaron la red de trata en la que operaba «La Madame» en 13 diligencias. La catalogaron como la agrupación criminal de explotación sexual más grande de Cartagena con al menos 250 víctimas al año.

Su modus operandi consistía en engañar a sus víctimas con ofertas de trabajo y luego las sometían a todo tipo de vejámenes. A muchas de ellas les ofrecían ser modelos y terminaron en sótanos, con mala alimentación y sin poder escapar porque les retenían los documentos.

Trata de mujeres

Las mujeres eran vendidas por catálogos y en fiestas en lujosos yates, hoteles y fincas a turistas extranjeros. Además, tenían contactos internacionales de trata de blancas para enviar a las mujeres al exterior bajo engaño.

Asimismo, los recursos que tenían por prostituir a las mujeres los tomaban a modo de cobro por alojamiento y manutención.

Como parte de su historial delictivo «La Madame» fue deportada de los Estados Unidos en el 2005, donde pagó dos años de prisión por tráfico de estupefacientes después de haber sido condenada en 2003.

Su padre, Enrique Campos Caballero, era el encargado de acoger, en dos casas ubicadas en el barrio Manga de Cartagena de Indias, a las menores explotadas, en una de ellas vivía el sujeto. «Además, informaba a su hija de los movimientos que tenían las mujeres», informaba el parte policial.