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Colegios en Perú enfrentan extorsiones: pagos superan los 5.000 dólares

Estas amenazas van desde mensajes intimidatorios por WhatsApp hasta atentados con explosivos y disparos, afectando tanto colegios privados como algunos públicos
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Las extorsiones a colegios en Perú han escalado a niveles alarmantes. Bandas criminales exigen pagos que superarían los 5.000 dólares a instituciones educativas, principalmente en zonas periféricas como San Juan de Lurigancho y Trujillo.

Estas amenazas van desde mensajes intimidatorios por WhatsApp hasta atentados con explosivos y disparos, afectando tanto a colegios privados como a algunos públicos. Así lo señala un reportaje del medio peruano El Comercio.

En septiembre, la directora de El Roble School, un colegio en San Juan de Lurigancho, fue víctima de extorsión. Un criminal le exigió un cupo mediante la plataforma de mensajería instantánea, pero ella evitó el ataque cambiando su número.

No obstante, muchos otros colegios no corren con la misma suerte. «Tengo colegas que han cerrado sus colegios. Porque las amenazas siguen», dijo a El Comercio.

La situación en Trujillo es similar. Según la representante de una asociación educativa en La Libertad, la mayoría de los colegios en distritos como El Porvenir y La Esperanza se ve forzada a pagar para evitar ataques.

«La mayoría de los colegios paga por su tranquilidad», comentó.

Reveló que las cantidades exigidas oscilan entre 2.500 y 4.000 dólares.

El fiscal superior Jorge Chávez Cotrina explicó que las organizaciones criminales identifican colegios pequeños, donde los promotores son más fáciles de amedrentar.

«Eligen zonas periféricas donde hay menos presencia policial», indicó.

Las bandas, una vez que logran intimidar a los dueños, exigen pagos recurrentes, como si fueran una pensión.

«Si ven que cumplen, les aumentan el monto», añadió Chávez Cotrina.

En Lima, estas extorsiones no son nuevas. Desde 2017, bandas como las de alias Loco Larry comenzaron a operar en San Juan de Lurigancho, y tras varios atentados, migraron a otros distritos de Lima Norte y Lima Este.

La presencia policial es escasa en muchas de estas áreas, lo que facilita el accionar de los extorsionadores. A pesar de la gravedad del problema, muchas de las víctimas no denuncian por miedo a represalias.

Según cifras proporcionadas por la Asociación de Colegios Privados, solo entre mayo y septiembre de este año se han registrado 172 casos de extorsión a colegios en todo el país, aunque la cifra real podría ser mucho mayor.

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