El gobierno brasileño de Luiz Inácio Lula da Silva se movilizó militarmente e intensificó sus contactos diplomáticos para mediar en la disputa por la región del Esequibo, que opone a sus vecinas Venezuela y Guyana.
Un alto asesor de Lula participará el jueves en la reunión de los mandatarios venezolano, Nicolás Maduro, y guyanés, Irfaan Ali, en San Vicente y las Granadinas (Caribe), para abordar la escalada de tensiones.
Estas son las claves sobre las preocupaciones y el papel del gigante brasileño sobre el diferendo del Esequibo, una zona administrada por Guyana, rica en petróleo y con presencia de multinacionales, como la estadounidense ExxonMobil.
Refuerzo militar en la frontera
El mayor país suramericano comparte casi 800 kilómetros de frontera con el Esequibo, principalmente en el estado amazónico de Roraima (norte).
En esa región limítrofe, hay seis municipios brasileños donde viven alrededor de 140.000 personas, entre ellas unos 40.000 indígenas.
Ante la escalada de tensiones, Brasil anunció la semana pasada un refuerzo militar en la zona.
El Ejército «intensificó la acción de presencia» de una brigada de infantería compuesta por casi 2.000 militares para tareas de «vigilancia y protección del territorio nacional» y envió 16 vehículos blindados a la ciudad de Boa Vista, capital de Roraima.
Brasil «no permitirá» uso de territorio
Aunque Venezuela y Guyana comparten una frontera de más de 700 kilómetros, una eventual invasión de Caracas del Esequibo por vía terrestre debería pasar por Brasil, explicó a la AFP Paulo Roberto da Silva Gomes Filho, experto en Ciencias Militares.
«Esa frontera (entre Venezuela y Guyana) está prácticamente toda cubierta por selva, no ofrece condiciones para un desplazamiento de tropas con vehículos ni con apoyo logístico para pensar en una invasión», dijo Gomes Filho.
Aunque remota, el gobierno brasileño ha reconocido tener en cuenta esa posibilidad.
«No podemos permitir que un país agreda a otro usando nuestro territorio», dijo el lunes el ministro de Defensa, José Mucio.
«Pero tenemos absoluta seguridad de que esto va a ser resuelto en la mejor mesa de batalla que existe, una mesa de negociación», agregó.
¿Presencia extranjera en la Amazonia?
El gobierno de Lula teme además un efecto ulterior del diferendo actual: una eventual presencia militar extranjera en el continente y en la Amazonia.
«Lo que más temo es que la crisis cree precedentes para que haya bases y tropas extranjeras en la región. Estamos hablando de la Amazonía, que siempre es objeto de mucha preocupación de nuestra parte», admitió Celso Amorim, principal asesor en asuntos internacionales de Lula, en entrevista con el canal Meio.
Estados Unidos anunció la semana pasada ejercicios militares aéreos en Guyana en medio de la escalada. Caracas había acusado previamente a su vecino de dar «luz verde» a bases militares de Estados Unidos en el Esequibo.
La mediación de Lula
Lula fue invitado a la reunión del jueves en San Vicente y las Granadinas, pero el gobierno anunció que Amorim será el representante de Brasil, sin explicar los motivos de la declinación del presidente.
El veterano izquierdista ha manifestado su «creciente preocupación» por la crisis entre los vecinos y promovió una declaración de países suramericanos en pro de una «solución pacífica».
El sábado instó a Maduro en una conversación telefónica a no tomar «medidas unilaterales» que podrían agravar la tensión.
Maurício Santoro, profesor colaborador del centro de estudios político-estratégicos de la Marina brasileña, consideró que Lula está ante la oportunidad de presentarse como un moderador exitoso.
«Brasil es el mayor país de la región, todo lo que hace tiene impacto político y económico (…) Pero para que dé resultado, (Lula) tendrá que hacer mucha presión sobre el gobierno de Venezuela», finalizó.
Lula se atrajo críticas este año por su defensa del gobierno de Maduro, especialmente cuando dijo en mayo que las denuncias de autoritarismo en Venezuela son una «narrativa».