Claudia Blum, una veterana política muy cercana a Álvaro Uribe, llevará la cancillería de Colombia, cargo asignado por el presidente Iván Duque.
Blum sustituirá a Carlos Holmes Trujillo, quien asume el Ministerio de la Defensa envuelto en un escándalo por la muerte de ocho menores en un bombardeo.
El presidente destacó que la nueva ministra fue senadora y embajadora. Además, es miembro del Diálogo Interamericano, un centro de análisis de políticas públicas, intercambio y comunicación en asuntos del hemisferio Occidental con sede en Washington, ciudad en la que vivió Duque durante años.
La nueva canciller hizo parte del partido de derechas Cambio Radical, formación que se coaligó con Uribe en las elecciones de 2002 que le auparon a la Presidencia. Duque destacó que tiene amplia experiencia en asuntos políticos e internacionales.
En el epicentro de la actividad
Blum ocupará uno de los ministerios que más actividad ha tenido en los quince meses que lleva Duque como presidente, puesto que su antecesor jugó un papel fundamental en la ofensiva diplomática liderada por Colombia contra el dictador, Nicolás Maduro, y que denominaron cerco diplomático.
De hecho, Blum, nacida en Cali, capital del departamento del Valle del Cauca, ha rechazado abiertamente las injerencias de Venezuela en la política colombiana en sus colaboraciones asiduas como columnista en el diario local El País de su ciudad natal.
En una de sus últimas columnas, la nueva canciller exhortó a los colombianos que piensan que el regreso de Venezuela a la democracia no es importante a entender que ese objetivo diplomático que impulsa Duque es tan urgente como la misma erradicación del narcotráfico.
Una psicóloga de origen liberal
Blum, de 65 años de edad, es graduada en psicología y tiene una Maestría en Estudios Políticos de la Universidad Javeriana.
Durante su juventud trabajó como periodista de un diario local de Cali, ciudad de la que fue concejal por el Partido Liberal en dos oportunidades, de 1984 al 1986 y del 1990 al 1991.
El año 1991 fue electa senadora para esa legislatura, curul que repitió entre los años 1994-1998; 1998-2002; 2002-2006.
En 1998 formó parte del grupo de fundadores de Cambio Radical, organización política de origen liberal que hizo parte de la coalición del gobierno del ex presidente Álvaro Uribe Vélez, 2002- 2010, un político que también comenzó su carrera en el Partido Liberal.
Siempre cerca de Uribe
Siempre respaldó abiertamente la política que impulsó Uribe y se ha mantenido cercana a él, siendo una de las líderes del uribismo en el Valle del Cauca.
También aliada de Germán Vargas Lleras, ex vicepresidente y fundador de Cambio Radical, con quien trabajó en el Senado para sacar adelante varias iniciativas.
De hecho, en la presentación de su libro autobiográfico de Blum, Mi vida en lápiz, Álvaro Uribe agradeció haber sido una formidable compañera de lucha.
La elogió por haber hecho respetar a Colombia y a su política de seguridad democrática en su cargo como embajadora y representante permanente de Colombia ante las Naciones Unidas en Nueva York.
Su legado político destaca por sacar adelante diversos proyectos de ley y actos legislativos de gran trascendencia.
Entre ellas se encuentra la creación de un Ministerio de Medio Ambiente en 1993; la reforma constitucional que permitía la reelección presidencial; y el restablecimiento de la extradición con el Proceso 8.000, entre otros.
Su esposo es Francisco Barberi. Este, es dueño de la compañía colombiana Tecnoquímicas, con quien apoyó económicamente la candidatura de Óscar Iván Zuluaga a la presidencia en 2014 y a la campaña de Iván Duque en 2018, según el portal estatal Cuentas Claras.
Con ella, continúa la tradición de mujeres líderes de la cartera de Relaciones Exteriores, pues Blum es la sexta en pasar por la Cancillería.
Blum también rompió moldes al ser la primera mujer en presidir el Senado en el año 2005.
Su papel ante Venezuela
Al frente de la Cancillería, Blum deberá continuar el pulso que tiene Colombia con Maduro y que ha tenido su principal órgano de presión en el Grupo de Lima.
Esta organización fue creada en la capital peruana en agosto de 2017 con el propósito de encontrar salidas a la crisis en Venezuela.
También tendrá que lidiar con la presión del gobierno colombiano a Cuba a la que exige que le entregue a los negociadores de paz de la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional que permanecen en la isla y a los que acusa de terrorismo por el atentado contra la escuela de la policía de Bogotá que dejó 22 cadetes muertos.