China anunció este lunes la desactivación de la principal aplicación de control de los desplazamientos en el contexto de su política contra el covid y que se utilizaba para comprobar si la gente había transitado por una zona afectada por el virus.
El anuncio coincide con el gran aumento del número de casos a una escala difícil de evaluar porque las pruebas PCR ya no son obligatorias y las personas no suelen informar si sus autotest dan positivo.
La aplicación, llamada Mapa de Desplazamientos, controlaba los movimientos del usuario a partir de datos telefónicos y mostraba las ciudades que había visitado en los últimos siete días. En función de esa información podía acceder o no a un hotel, un edificio o un centro comercial.
Si el lugar no estaba clasificado como de «alto riesgo» (es decir, con un elevado número de casos), la aplicación mostraba una flecha verde, lo que significaba que se permitía la entrada al usuario.
La aplicación, dependiente del gobierno central, quedará desactivada a partir de la medianoche del martes, tras más de dos años y medio de servicio, según un comunicado oficial.
La decisión se produce después de que China anunció el miércoles una drástica relajación de las medidas sanitarias, un giro con respecto a la política de covid cero que aplicaba hasta ahora.
El gobierno anunció el fin del confinamiento a gran escala y del internamiento sistemático de personas contaminadas en centros de cuarentena.
El Ministerio de Sanidad informó el lunes de 8.626 nuevos casos positivos en China.
Esta cifra ha descendido considerablemente en los últimos días, pero no refleja la realidad de la ola epidémica.
Una de las figuras más respetadas de China en la lucha contra el covid-19, el especialista en enfermedades respiratorias Zhong Nanshan, afirmó el domingo que la variante ómicron se estaba «extendiendo rápidamente» en el país.
«El fin de una era»
Hasta la semana pasada, la mayoría de los chinos no conocían a nadie que hubiera tenido covid. Pero en los últimos días, se ha producido lo contrario de forma repentina, especialmente en Pekín, constató AFP.
Junto a la aplicación Mapa de Desplazamientos, de alcance nacional que ya se utilizaba antes de la epidemia para controlar los desplazamientos interprovinciales, existen aplicación locales que siguen funcionando y se utilizan a diario para poder entrar en restaurantes, tiendas y edificios.
«¡Adiós! Esto señala el fin de una era», dijo el lunes un usuario en la red social Weibo. «Que les vaya bien», dijo otro usuario, encantado de que la aplicación haya desaparecido.
«El siguiente paso es hacer desaparecer todas estas aplicaciones locales», dijo un tercero.
Algunos se preguntan qué pasará con la masa de datos recopilados por la aplicación. «Espero que haya formas y maneras de desconectarse y borrarlo todo», dijo un usuario.
La aplicación, lanzada a principios de 2020, usaba datos de tres operadores de telefonía móvil y no está claro si se conservarán y si se seguirán recopilando.
«Puede que la aplicación desaparezca, pero los datos siguen ahí», afirma la analista Kendra Schaefer, una especialista de la empresa de Pekín Trivium China.
El gobierno «gana más de lo que pierde» deshaciéndose de la aplicación porque «el coste de mantener un sistema así debe ser enorme», dijo en Twitter.