China «ya pasó lo peor» de la ola de contagios, declaró este miércoles el jefe del grupo de respuesta contra el covid de la Comisión Nacional de Sanidad, Liang Wannian, citado anoche por la cadena estatal CGTN.
«En líneas generales, la primera ola de infecciones ya está remitiendo y se aplanó la curva del número de casos graves. Podemos decir que lo peor pasó», declaró el experto durante un evento en la Universidad de Tsinghua, en Pekín.
«Esto representa la fortaleza de nuestro sistema sanitario», indicó Liang, que sin embargo advirtió que el país está todavía «en un período extremadamente tenso para los grupos vulnerables y para las zonas rurales».
El desmantelamiento de la política de cero covid a comienzos de diciembre precedió a una ola de contagios sin precedentes en el país asiático, que provocó escenas de gran presión hospitalaria en varias ciudades.
Con respecto al número de decesos por covid, Liang aseveró que «lo lógico es contarlos después de la pandemia», basándose en datos como el «exceso de mortalidad», que «se sabrán más tarde».
Pese a que expertos locales declararon que el pico de infecciones ya pasó en grandes ciudades como Pekín, Chengdu (centro) o Cantón (sur) y que populosas provincias como Henan (centro) calculan que la mayoría de sus poblaciones -en algunos casos, hasta 90%- ya se contagiaron, otros lugares pidieron precaución ante la cercanía del Año Nuevo lunar, período de numerosos desplazamientos.
Ciudades como Jinan (este) o Shaoxing (este) alertaron de la posibilidad de una «segunda ola» de contagios alrededor de las fechas festivas, que caerán este año entre el 21 y el 27 de enero.
El Consejo de Estado (Ejecutivo) ya pidió a mediados del pasado mes a los gobiernos locales que diesen prioridad a los servicios de salud en las zonas rurales «para proteger a la población», señalando «su relativa escasez de recursos de atención médica».
La rápida propagación del virus sembró dudas sobre la fiabilidad de las cifras oficiales, que solo informan de un puñado de fallecimientos recientes por la enfermedad.
El 8 de enero, el covid dejó de ser gestionado en China como una enfermedad de categoría A -nivel de máximo peligro y para cuya contención se exigen las medidas más severas- para convertirse en una de categoría B, que contempla un control más laxo, marcando así en la práctica el fin de la política de cero covid, retirada por las autoridades después de que se produjesen protestas.