China advirtió este miércoles que los ciudadanos y las empresas de Estados Unidos «sufrirán pérdidas» a causa de los aranceles que Washington anunció este martes contra varios productos procedentes del gigante asiático, entre ellos vehículos eléctricos.
El portavoz de la Cancillería china Wang Wenbin declaró en una rueda de prensa que la decisión de Estados Unidos de «politizar los asuntos comerciales y aumentar los aranceles» es «un error que solo sirve para elevar los costos de los bienes importados».
El portavoz citó un estudio de la agencia Moody’s que calcula que los consumidores de Estados Unidos han absorbido el 92% del costo adicional derivado de los aranceles impuestos a China en los últimos años.
«Las iniciativas proteccionistas estadounidenses también causarán grandes daños a la seguridad y estabilidad de la cadena mundial de producción y suministros», agregó, al tiempo que instaba al país norteamericano a «cancelar inmediatamente» las medidas de aumento de aranceles contra China.
El Ministerio de Comercio de China condenó este martes los aranceles y advirtió que estas nuevas barreras comerciales «afectarán gravemente» a la cooperación entre ambas potencias.
El presidente estadounidense, Joe Biden, acusó este martes a China de «hacer trampas», al anunciar oficialmente las nuevas barreras arancelarias sobre las importaciones de productos del gigante asiático, y prometió que los vehículos eléctricos del futuro «se fabricarán en Estados Unidos».
Tal y como había adelantado la Casa Blanca, Biden anunció nuevos aranceles por valor de 18.000 millones de dólares a las importaciones de productos de China, siendo los más castigados los vehículos eléctricos con gravámenes que pasan del 25% al 100%.
La Cancillería china aseguró este martes que «tomará todas las medidas necesarias» para «proteger sus derechos e intereses legítimos».
Durante el mandato del republicano Donald Trump (2017-2021), Washington impuso aranceles a productos chinos valorados en cientos de miles de millones de dólares y Pekín respondió con más gravámenes, lo que desencadenó una guerra comercial que obstaculizó el crecimiento global y generó interrupciones en las cadenas de suministro.
En una visita a China, la secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen, mostró en abril su preocupación sobre el «apoyo directo e indirecto» por parte de Pekín a sectores como el de los vehículos eléctricos y consideró que ese respaldo «está causando un exceso de capacidad industrial china», algo negado por las autoridades chinas.