Chile recibió este lunes en Madrid de manera oficial la presidencia de la Conferencia de las Partes sobre Cambio Climático, COP, de manos de Polonia. Este país organizó el encuentro anterior en 2018.
En un acto protocolario entre la ministra de Medio Ambiente chilena, Carolina Schmidt, y su homólogo polaco, Michal Kurtyka, Chile recibió la presidencia de la COP25 que viene marcada por la dificultad para encontrar consensos en torno al artículo 6 del Acuerdo de París, el de los bonos de carbono.
Esta cita arrancó este lunes en la capital española y se prolongará hasta el 13 de diciembre.
«Son urgencias que solo podemos enfrentar juntos»
Se trasladó de sede desde Santiago de Chile debido a las protestas sociales que vive el país desde hace más de un mes.
Tras recoger el testigo, la titular chilena lamentó el cambio de sede. Aseguró que su país no renunció a la convicción del pueblo chileno y del mundo de empujar con urgencia la acción climática.
Schmidt recordó que Chile toma esta presidencia, donde los países en vías de desarrollo se ven afectados por el cambio climático.
«Tenemos problemas sociales, ambientales y económicos distintos a los países desarrollados que se profundizan con el cambio climático; son urgencias diferenciadas que solo podemos enfrentar si trabajamos juntos con el multilateralismo y con solidaridad», aseveró.
Asimismo, la chilena pidió ampliar la ambición, un término que ha sido tomado como símbolo de esta Cumbre.
Aseveró que los compromisos adquiridos en 2015 en el Acuerdo de París no son suficientes.
«La transición al desarrollo sostenible bajo en emisiones y resiliente al clima debe ser más rápida, mas inclusiva y más colaborativa«, enfatizó.
Por su parte, Kurtyka pidió a los países mantener el nivel de compromiso adquirido hasta ahora, agradeció a España por haber acogido la cumbre con tanta celeridad y le deseó el mayor de los éxitos a la ya presidenta de la COP, Carolina Schmidt.