El canciller de Chile, Heraldo Muñoz, expresó que su país no quiere un diálogo simbólico en Venezuela, porque sería inútil. Además afirmó que entiende que la oposición quiera seguridades con respecto a la negociación.
“Lo que Chile no quiere, es simplemente participar en un proceso que sea simbólico y que no tenga efectos reales para una salida democrática, hacia el restablecimiento del orden constitucional democrático quebrantado en Venezuela, sería inútil», indicó.
Por lo tanto, aseguró que para tener resultados concretos, hay que tener una agenda acordada entre las partes. “Esperamos que eso se produzca”, aseguró.
Muñoz ha sido invitado como mediador del diálogo, entre el gobierno y la oposición de Venezuela, junto a sus homológos de México, Paraguay, Bolivia, Nicaragua y República Dominicana, país anfitrión de la negociación.
La oposición venezolana, reunida en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), anunció que no continuarán con la fase exploratoria del diálogo, hasta que se hayan removidos los obstáculos, que interpuso el gobierno.
“Una preocupación que tenemos es que esta reunión no haya podido realizarse como estaba presupuestada, pero entendemos que tiene como fundamento, el que se quiera un diálogo concreto con condiciones mínimas, que permitan asegurar un buen resultado”, afirmó el ministro chileno.
Sin embargo, subrayó que eso no depende de los países que han sido invitados como acompañantes del proceso. No obstante, consideró que la decisión de la MUD, de no acudir al encuentro es respetable.
“Yo creo que, al final de cuentas, no habrá acuerdo sin que los propios venezolanos definan cuál es el futuro que quieren. Los países acompañantes o facilitadores o el propio anfitrión pueden hacer mucho, pero al final la decisión es de los propios venezolanos», apuntó.
El canciller no comentó cuando se realizará la próxima agenda de la reunión del denominado “Grupo de Lima” (Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay y Perú), prevista para octubre en Canadá.
El mismo, será el tercer encuentro en tres meses, de este grupo de países americanos críticos con el gobierno de Nicolás Maduro, quienes se comenzaron a reunir fuera de la Organización de Estados Americanos (OEA), frente la imposibilidad de alcanzar un acuerdo sobre la crisis venezolana en el organismo.