El gobierno de Chile entregó este miércoles una nota de protesta a Argentina por las declaraciones de su ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, sobre la supuesta presencia del grupo chií libanés Hezbolá en la ciudad de Iquique.
La nota de protesta fue entregada al jefe de cancillería de la Embajada de Argentina en Chile, Javier Lareo, acción que fue anunciada la víspera por el propio jefe de Estado chileno, Gabriel Boric.
«Exijo respeto con nuestro país (…) Chile no ampara ningún grupo terrorista, ni en su territorio ni fuera de él”, agregó Boric.
Tras recibir la nota por parte del jefe de la División de América del Sur, Christian Hodges-Nugent, en el Ministerio de Relaciones Exteriores, en pleno centro de Santiago, Lareo se retiró sin responder preguntas de la prensa.
«Insulto a los chilenos»
En una entrevista con un canal argentino, Bullrich aseguró esta semana que “en el último tiempo” Hezbolá ha sido detectada en Iquique, además de en la triple frontera entre Paraguay, Brasil y Argentina.
“El año pasado se detuvo a dos personas de Hezbolá en la ciudad de São Paulo (…) “En consecuencia, nosotros tenemos una situación en el continente. Después tenemos a Venezuela, que es aliada también de Irán, con lo cual tenemos una situación en el continente muy delicada”, subrayó.
El embajador de Chile en Estados Unidos, Juan Gabriel Valdés, informó este miércoles que envió una carta al Congreso en Washington para manifestar su molestia por las declaraciones del senador republicano Marco Rubio, quien la semana pasada sugirió que existe presencia y vínculos en Chile de Hezbolá, uno de los principales aliados de Irán.
“El senador Rubio dijo que Chile había recibido castigos de Estados Unidos por tener empresas que eran dirigidas por Hezbolá. Eso es una situación que no se ha dado nunca en nuestra historia (…) No existe ninguna empresa que maneje Hezbolá en Chile», indicó en la misiva el diplomático, que calificó de «insulto a los chilenos» y «falta de respeto a una democracia» las declaraciones de Rubio.