Miles de «chalecos amarillos» participaron en París en una manifestación, por octavo sábado consecutivo de protestas en Francia, con enfrentamientos entre una minoría de participantes y las fuerzas del orden.
Los agentes respondieron con gases lacrimógenos al lanzamiento de piedras y botellas. Más tarde, los grupos violentos multiplicaron los ataques con todo tipo de proyectiles, quemas de contenedores, motos y carros.
Los manifestantes corearon mensajes contra el presidente como «Macron, dimisión». El nombre del mandatario también aparecía en algunas pancartas con el lema «El rey Macron da migas a los mendigos»