Meses de conflicto en Hong Kong han dejado un rastro de protestas, enfrentamientos, ataques y amenazas entre la China continental y el archipiélago semiautónomo.
Sin embargo, más allá de los efectos entre los dos factores directamente involucrados, las dimensiones de la conflictividad se extendieron al hemisferio occidental envolviendo a reconocidas empresas y marcas globales, principalmente de origen estadounidense y europeo.
Compañías de ámbitos tan dispares como Youtube, Twitter, Facebook, Telegram, Uber, Disney, South Park, Apple, Niactic -desarrolladora de Pokemon Go- la NBA, Versace, Calvin Klein, Swarovski, entre otras, se han visto implicadas en la disputa. Unas, acusadas por China de promover movimientos separatistas; otras, señaladas por los hongkoneses de irrespetar el estatus de «un país, dos sistemas» y aliarse con el régimen chino.
Estatus de Hong Kong
Hong Kong es un territorio con jurisdicción especial en China, debido a que perteneció al Reino Unido por más de 150 años.
En 1997 se acordó el regreso de ese territorio insular, con el condicionante de mantener el estatus de Región Administrativa Especial de Hong Kong de la República Popular China. Este presupone la defensa de una serie de valores democráticos y un cierto nivel de autonomía, contraria al régimen de la China continental.
En los últimos años, los hongkoneses han denunciado el intento de Xi Jinping, presidente de la República Popular China desde 2014, de intentar transgredir el tratado de 1997.
Las alarmas que llevaron a la actual conflictividad se encendieron en marzo de este año cuando Carrie Lam, jefa de gobierno de Hong Kong, pretendió impulsar un proyecto para modificar la ley de extradición.
En ese sentido, expertos constitucionalistas, políticos y la ciudadanía en general consideraron que no se podía aceptar el proyecto porque violaba la autonomía de la región. Además, según denunciaron, con él se buscaba sentar un precedente para que la China comunista pudiera echar por suelo toda la Ley Básica de Hong Kong.
La negativa de dar marcha atrás a la reforma dio paso a una tensión cada vez mayor en las calles, que derivó en jornadas de protestas multitudinarias, las cuales no han parado desde junio.
Neutralidad de China
Ante las concurridas manifestaciones, el gobierno chino se desmarcó e insistió en que no intervendría. No obstante, los hongkoneses acusaron al Partido Comunista Chino de haber orquestado ataques contra los manifestantes y ser los artífices del Proyecto de Ley de Extradición.
El precedente de Pokemon Go
En julio, aparecieron en la web anuncios que convocaban a una reunión masiva de Pokemon Go.
Como resultado «miles de manifestantes se reunieron en el lugar, reconociendo que el videojuego podía utilizarse como una forma de convocar a la gente para una batalla muy diferente a la del juego en sí», señaló BBC Mundo.
Desde entonces, los hongkoneses vislumbraron en las aplicaciones de sus celulares la posibilidad de organizar las protestas y saltar los controles policiales. Tinder, Telegram e incluso Uber se convirtieron en herramientas de uso frecuente en las protestas.
Un hongkonés explicó a BBC Mundo que utilizan Telegram para solicitar servicios de Uber. Los conductores apagan los GPS de sus vehículos para no ser rastreados y llegan a los sitios acordados para evacuar a los ciudadanos.
«Los manifestantes pueden ver el mapa en tiempo real. Si hay varios conductores de Uber en un mismo lugar generalmente esto significa que es un punto de recogida para escapar», explicó.
Facebook, Twitter y Youtube
Mientras los habitantes de Hong Kong reconocieron en herramientas informáticas la forma de organizar las concentraciones, el gobierno chino implementó otras tantas para promover información falsa.
A pesar de que Facebook, Twitter y Youtube están prohibidas en el territorio de China continental, se utilizaron VPN para crear campañas de desinformación sobre las manifestaciones hongkonesas. Así lo denunciaron en esas redes sociales.
«Desde perfiles en Facebook y Twitter creados en China se realizaron acciones coordinadas para amplificar mensajes e imágenes que retrataban a los manifestantes de Hong Kong como violentos y extremos», reseñó The New York Times.
El 19 de agosto, Facebook informó que eliminó siete fan pages, tres grupos y cinco usuarios, todos manipulados desde el territorio de China continental.
Twitter hizo lo propio al cancelar 936 perfiles y se prohibió el uso de esa red para promociones ideológicas en todo el mundo, medida tomada en respuesta a que China Daily y otros medios usaron sus cuentas para difundir anuncios propagandísticos patrocinados por el Estado chino.
Días más tarde, Youtube informó el cierre de 210 canales por la misma razón. «Hallamos que estas cuentas usaban redes privadas virtuales (VPN) y otros métodos para esconder su origen, así como otras actividades normalmente asociadas a las operaciones de influencia coordinadas», declaró Shane Huntley, responsable del grupo de análisis de amenazas de la seguridad de Google.
En ese sentido, un estudio de la Universidad de Oxford reveló que China ocupa el primer lugar en la lista de los países con tropas cibernéticas dedicadas al uso de las redes sociales para la desinformación y manipulación.
El informe estima que en China entre 300.000 mil y dos millones de personas trabajan en oficinas a tiempo completo al servicio de la propaganda computacional del gobierno.
Apple
El jueves 10 de octubre, Apple retiró HKmap.live de su tienda virtual. Se trata de una aplicación de transporte urbano con la que los manifestantes hongkoneses ubicaban en el mapa los puntos de control policial.
La compañía estadounidense anunció su decisión luego de que la prensa china hizo acusaciones de que apoyaba a los supuestos grupos separatistas.
«La aplicación se utilizaba por criminales para perjudicar a los habitantes de zonas en las que sabían que no había fuerzas del orden», señaló Apple en un comunicado.
Sin embargo, los desarrolladores de la herramienta HKmap.live negaron que animara a realizar actividades delictivas. Al contrario, consideraron que el retiro de esa app constituyó un acto de «censura y una decisión claramente política para disminuir la libertad».
Industria de la moda
La industria de la moda también se vio envuelta en el conflicto entre Hong Kong y China continental.
Ante las acusaciones de la influencia de Beijing sobre las protestas hongkonesas, firmas como Versace, Calvin, Kleim, Swarovski, Givenchy, entre otras, terminaron siendo presas de una cacería on line por parte de usuarios chinos. Estos, acusaron a las marcas de la moda de promover movimientos separatistas.
La polémica estalló el 8 de agosto cuando se hizo viral la imagen de una camiseta de Versace, en la que se identificaba a Hong Kong y Macao como países independientes.
A propósito de este diseño, internautas chinos emplearon el hashtag #VersaceSospechoso DeApoyarLaIndependenciaDeHongKongyMacao. Rápidamente recibió más de tres millones de vistas.
«Descubrí esto recientemente y me preguntaba si el diseño de esta camisa significa que Versace apoya la independencia de Hong Kong», escribió un internauta.
En respuesta, la firma italiana publicó un comunicado en Weibo -conocido como el Twitter chino- y otras redes disculpándose e informando que dichas camisetas ya habían sido retiradas del mercado.
Donatella Versace también pidió disculpas a través de Instagram. «Nunca quise menospreciar la soberanía nacional de China. Por eso que quiero disculparme personalmente por este error y por cualquier aflicción que haya podido causar», escribió.
«Cacería de brujas»
A partir de esta situación se generó una crisis de mercadeo en las principales firmas de moda, ante el temor de perder el acceso al mercado chino, en medio de lo que los medios de comunicación califican como una «cacería de brujas».
Internautas chinos comenzaron a rastrear las páginas web y redes de las marcas de ropa, calzado y accesorios, en busca de supuestos indicios de promoción de la independencia de Hong Kong, Macao y Taiwán.
«Menos de 24 horas después de que Versace se disculpó, Coach, Givency, ASICS, Samsung, Calvin Klein, Swarovski y Fresh fueron denunciadas en internet por sus ‘errores geográficos'» reseñó BBC Mundo.
En ese escándalo y pese a que las marcas mencionadas pidieron disculpas, varias modelos y actrices chinas que tenían contratos con esas firmas decidieron renunciar.
Por ejemplo, la embajadora de marca de Versace en China, la popular actriz Yang Mi, cortó sus vínculos con la compañía italiana. Declaró en un comunicado que la soberanía y la integridad de su país estaban por encima de todo.
Boicot a Disney
En agosto, la actriz china-estadounidense Liu Yifei, que interpreta a Mulán en la versión de life accion que se estrenará en 2020, publicó un mensaje en Weibo en apoyo a la actuación policial en Hong Kong.
En esa plataforma su mensaje fue bien recibido, pero en Twitter se posicionó el hagstag #BoicotAMulan en rechazo a la posición de la actriz.
South Park
Ese mismo mes fue bloqueado el acceso por internet de la popular serie animada South Park. Esto en razón de un capítulo trasmitido denominado «La banda en China».
En dicho episodio, el personaje Randy trata de expandir su negocio de marihuana a China pero es arrestado por autoridades del Partido Comunista.
En una de las escenas, un guardia le da una descarga eléctrica a Randy, mientra dice: «Soy un miembro orgulloso del Partido Comunista. El partido es más importante que el individuo». Más adelante, Randy es enviado a una celda en la que conversa con Winnie the Pooh y Piglet.
«Algunos dijeron que Pooh se parecía al presidente chino, así que ahora somos ilegales en China», le dice Piglet a Randy en ese capítulo.
Esto en referencia a que en China se utiliza a Winnie the Pooh para satirizar al presidente Xi Jinping, por lo que las alusiones a este personaje representan un símbolo de disidencia.
En respuesta a la censura, Trey Parker, Matt Stone, creadores de la serie, publicaron una disculpa en tono irónico en el que mencionaron a la liga de baloncesto estadounidense.
«Como la NBA, nosotros damos la bienvenida a los censores de China a nuestros hogares y corazones. Nosotros también amamos el dinero más que a la libertad y a la democracia», cuestionaron.
La NBA
El comentario de Parker y Stone aludió a una polémica en la que, a juicio de algunos, la National Basketball Association, bajó la cabeza al régimen chino para no perder ganancias en ese país.
Todo comenzó cuando Daryl Morey, mánager de los Rockets de Houston, escribió un tweet en apoyo a los manifestantes hongkoneses, pero lo eliminó poco después, e inmediatamente, lanzó otro tuit excusándose con China.
Aún así, las televisoras chinas suspendieron las transmisiones de los juegos de los Rockets. Al mismo tiempo, los patrocinadores chinos retiraron su apoyo financiero a ese equipo de baloncesto.
Días después, la NBA catalogó la actuación de Morey como lamentable por haber «ofendido profundamente a muchos de los fanáticos en China».
«Tenemos un gran respeto por la historia y la cultura de China y esperamos que los deportes y la NBA puedan ser utilizados como una fuerza unificadora», añadió.
Posteriormente, Lebron James, famoso jugador de los Lakers, criticó los comentarios de Morey.
«No quiero entrar en una disputa de palabras o frases con Daryl Morey, pero creo que no sabía lo suficiente de la situación en cuestión y habló», afirmó.
Más tarde hizo una aclaratoria: «Mi equipo y la liga acaban de atravesar una semana difícil. Las personas deben entender las consecuencias que un tuit pude causar en los demás. Y pienso que nadie se detuvo y consideró lo que pasaría. Pudo haber esperado una semana para escribirlo», escribió James.
A lo que respondió Rick Scott, senador estadounidense, cuestionando que quienes tuvieron una semana difícil fueron las más de un millón de personas de la etnia uigur recluidos en campos de reeducación y los manifestantes hongkoneses ante la represión china.