El Departamento de Defensa de Estados Unidos se vio en la obligación de enviar a puerto al USS Kidd, que se encontraba en el Caribe, luego de que se registrara un brote importante de coronavirus.
El buque insignia de la Armada formaba parte de la flota que ejecuta el despliegue antinarcóticos cerca de las costas venezolanas, para ejercer mayor presión en contra de Nicolás Maduro, reseñó Voz de América.
El Pentágono informó el pasado martes que 64 marineros del USS Kidd arrojaron positivos en las pruebas de covid-19. El destructor lanzamisiles de la clase Arleigh Burke es el segundo navío estadounidense en registrar casos en su tripulación.
El buque actualmente está anclado en San Diego, California, donde le realizarán una limpieza y desinfección profunda, precisó la Armada en un comunicado.
«Todos los marineros permanecerán aislados fuera del buque y los someterán a chequeos médicos dos veces al día», agregó.
La Voz de América dijo que fuentes consultadas confirmaron que esta situación afectará la misión antidrogas que anunció a principios de abril el presidente de Estados Unidos Donald Trump, que tendría como objetivo, según Washington, de romper el ingreso económico del régimen a través de las actividades de narcotráfico.
A pesar de este despliegue de fuerzas, la retirada del USS Kidd afectará la tarea porque se trataba de uno de los buques con mayor potencia de fuego en la misión.