El rey Carlos III del Reino Unido pidió este miércoles recordar «el coraje y la valentía» de los que participaron en el Día D, el desembarco de Normandía en la II Guerra Mundial, y expresó la «eterna gratitud» por la liberación de Europa.
El monarca británico participó en la conmemoración por los 80 años del Día D en el puerto de Portmouth (en el sur de Inglaterra), desde donde la llamada operación Overlord partió el 5 de junio de 1945, junto con la reina Camila y frente a un reducido número de antiguos combatientes, militares y representantes políticos.
«Las historias de coraje, resiliencia y solidaridad que hemos escuchado hoy y a lo largo de nuestras vidas no pueden dejar de conmovernos, inspirarnos y recordarnos lo que le debemos a esa gran generación de tiempos de guerra», afirmó Carlos III en el gran escenario construido en Portmouth para conmemorar el aniversario.
«Es nuestro deber asegurar que nosotros y las generaciones futuras no olvidemos su servicio y su sacrificio al reemplazar la tiranía por la libertad» y que supuso «un costo terrible», agregó.
Con sus condecoraciones en la solapa, el jefe de Estado británico resaltó que casi 160.000 jóvenes desembarcaron bajo fuego enemigo en las playas francesas de Normandía.
«Cada uno de estos valientes marineros, soldados y aviadores arriesgó su vida para que otros pudieran vivir en libertad y en paz. Muchos nunca regresarían», recordó.
Antes del discurso de Carlos III, su hijo mayor y heredero, el príncipe William, también pidió recordar «a madres y padres, hermanos y hermanas, hijos e hijas que vieron a sus seres queridos ir a la batalla, sin saber si algún día regresarían.»
«Hoy recordamos la valentía de quienes cruzaron este mar para liberar a Europa. Quienes lograron que la Operación Overlord fuera un éxito. Y aquellos que esperaron su regreso sanos y salvos», dijo.
Las conmemoraciones en Portsmouth comenzaron con una actuación musical y el sobrevuelo de dos aviones de transporte militar Dakota, utilizados por los aliados durante la Segunda Guerra Mundial.
El príncipe de Gales ocupó su lugar en el palco real junto a antiguos combatientes y al primer ministro británico, Rishi Sunak, y el líder laborista, Keir Starmer.
El evento, que moderó la actriz Helen Mirren, contó con bailes de los años cuarenta y canciones, entre ellas la famosa «We will meet again» (Nos volveremos a encontrar) de Vera Lynn, así como testimonios de los que participaron en la operación.
En su mensaje a los asistentes, Sunak pidió no olvidar y honrar «el coraje y el sacrificio» de los que murieron en la contienda.
«Y debemos dedicarnos nuevamente a la causa moral por la que lucharon y murieron hace 80 años: la causa de la libertad y la democracia», afirmó.
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