Integrantes de la caravana de migrantes en el estado de Chiapas, en el sur de México, denunciaron este jueves que las autoridades les bloquearon la entrada al municipio de Huixtla, donde pretendían descansar, por lo que urgieron al Gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum intervenir para que no se violen sus derechos humanos.
Desde la mañana, autoridades locales, de Migración y de la Guardia Nacional montaron un retén en la entrada de la localidad para intentar desviar a los migrantes a la autopista, según constató EFE.
No obstante, la caravana entró por la fuerza al municipio, pero las autoridades bloquearon su ingreso al domo en el que planeaban descansar, por lo que tuvieron que seguir su camino hasta la aduana de Huixtla, ubicada a unos siete kilómetros.
El contingente partió esta mañana del municipio de Huehuetán, con destino a la Ciudad de México, para continuar su viaje a la frontera norte y apresurar el paso antes de la toma de protesta de Donald Trump como presidente de Estados Unidos en enero.
El vocero de la caravana y representante, Douglas Bryan Velázquez, expuso que las organizaciones sociales tenían todo preparado en el domo de Huixtla para su descanso y recuperación, luego de caminar varios kilómetros.
“Derechos Humanos internacional que nos venga apoyar porque siento que nos están violando nuestros derechos como migrantes”, advirtió Velázquez.
El hondureño Alex Daniel hizo un llamado al gobierno de Sheinbaum a que se les garantice el libre tránsito y no sean detenidos por las autoridades, ya que su integridad y seguridad están en riesgo.
“Que (nos) den una carretera libre, porque nos sentimos como perros, porque detrás y delante de la caravana viene diciendo mentiras, fui agarrado por Migración y estuve tres días preso en la estación migratoria siglo 21”, denunció.
La venezolana Ana Amador, quien lleva dos meses en Tapachula, compartió que van a intentar a entrar a Estados Unidos como sea y denunció que en México les «han tratado como animales”.
Ante el próximo regreso de Trump a la Casa Blanca, el venezolano Andrés Darío Cabrera pidió al presidente electo clemencia y que les permita ingresar porque son personas responsables que solo buscan un futuro mejor, ya que en su país se ha complicado por la reelección del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.
“Le pido a Dios que Trump se ponga la mano en el corazón y nos deje pasar”, comentó Cabrera, agotado y agobiado por caminar tantos kilómetros.
La caravana detuvo su paso en la aduana de Huixtla para reanudar su camino la tarde noche de este jueves al municipio de Villa Comaltitlán o Escuintla.
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