Cientos de integrantes de la caravana migrante que partió en octubre pasado de Tapachula, Chiapas, en el sur del país, marcharon este sábado en Ciudad de México para conmemorar el Día Internacional del Migrante, exigir respeto a sus derechos y que se detenga la violencia en su contra.
Los indocumentados caminaron por la emblemática avenida Reforma, en el centro de la capital mexicana, cargando pancartas con leyendas como «Migrar no es un crimen, criminal es el Gobierno», «Nadie es ilegal, abajo los muros y las fronteras» y «La comunidad LGBT también migra, buscamos respeto y libertad».
De manera pacífica, los manifestantes llegaron a las instalaciones de la embajada de Estados Unidos para exigir que se respeten sus derechos y pedir un alto a la violencia contra ellos, pues durante su camino por México han tenido enfrentamientos con representantes de la Guardia Nacional y autoridades del Instituto Nacional de Migración (INM).
Recordaron que han recorrido más de 1.600 kilómetros en territorio mexicano en busca de llegar a Estados Unidos para mejorar sus condiciones de vida, aunque en el camino se han visto mermados en cantidad debido a que algunos han aceptado los ofrecimientos del Gobierno para regularizarles y darles trabajo.
Madres de migrantes desaparecidos aprovecharon el momento para pedir que se respete la vida de las personas que migran «por este territorio y por todo el mundo».
Asimismo, exigieron que se les permita acceder a países como México para buscar a sus hijos y reclamaron que ninguna desaparición ni ninguna muerte quede en la impunidad.
Señalaron que las personas se ven obligadas a salir de sus países principalmente por las difíciles condiciones de vida y la violencia que padecen en sus lugares de origen y por el solo hecho de querer una vida mejor siguen migrando.
La caravana, en su mayoría integrada por centroamericanos y haitianos, llegó el pasado 13 de diciembre a la Ciudad de México, tras haber partido el pasado 23 de octubre desde la ciudad de Tapachula, en el sureño estado de Chiapas, fronterizo con Guatemala.
Desde su arribo a la capital mexicana la actividad de la caravana ha sido intensa, pues se reunieron con la presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Rosario Piedra, además de con autoridades capitalinas, con quienes acordaron la regularización de los cerca de 500 integrantes del continente y permitirles el paso hacia el norte a quienes deseen continuar su ruta.
México vive una de las mayores olas migratorias de su historia. De enero a octubre, el país ha interceptado a 228.115 personas y deportado a otras 82.627, cifras que no se habían visto desde hace más de 15 años.
De igual forma, las solicitudes de refugio también han batido récords. De enero a octubre, el país ha recibido 108.195 peticiones.