Las autoridades de Estados Unidos arrestaron este miércoles al candidato presidencial guatemalteco Mario Estrada Orellana, quien fue acusado el mismo día en una corte federal de Nueva York de conspirar para importar cocaína.
Estrada, del partido Unión del Cambio Nacional, fue arrestado en Miami, Florida, y también fue acusado, junto con Juan Pablo González Mayorga, de conspirar para usar y poseer fusiles. De resultar culpables enfrentan una condena de entre diez años y cadena perpetua, señaló la Fiscalía del distrito sur de Manhattan en un comunicado.
El texto indica que desde diciembre de 2018 la agencia antidrogas estadounidense DEA ha estado investigando a individuos por el intento de solicitar dinero de carteles de la droga para apoyar la campaña presidencial de Estrada.
Indica además que durante algunas de esas negociaciones, que se realizaron en Guatemala y Florida este año, miembros de ese grupo, incluido Estrada, de 58 años de edad, y González, de 50 años, interactuaron con supuestos miembros y asociados del Cartel de Sinaloa, una poderosa organización internacional de tráfico de drogas de México, que eran fuentes confidenciales de la DEA.
En el curso de esas reuniones y otras comunicaciones, algunas de las cuales fueron grabadas en video y audio, Estrada y González presuntamente pidieron millones de dólares al Cartel de Sinaloa, procedentes de la venta de drogas, para apoyar la campaña presidencial.
A cambio, se alega, acordaron que si Estrada ganaba las elecciones presidenciales de Guatemala, que tendrán lugar en junio, le proveería respaldo del Estado para las actividades de tráfico de drogas del cartel mexicano.
La Fiscalía asegura que los acusados acordaron proveer al cartel de Sinaloa acceso sin restricciones a aeropuertos y puertos marítimos en Guatemala para que pudieran transportar cocaína a través del país y por último a Estados Unidos.
Señala que Estrada ofreció presuntamente nombrar a miembros del cartel mexicano en posiciones de alto nivel en el gobierno de Guatemala para impulsar las actividades del tráfico de droga de esa organización.
En particular, González habría asegurado a uno de los informantes que el cartel tendría influencia directa en los nombramientos de la secretaría de Interior, que supervisa la Policía, y la Defensa, que tiene bajo su jurisdicción lo militar.
Afirman además que Estrada y González pidieron a los informantes de la DEA que contrataran sicarios para asesinar a los rivales políticos para asegurar que Estrada fuera elegido presidente de Guatemala, indica el comunicado.
Estrada y González identificaron a sus objetivos con nombres y acordaron proveer a los sicarios armas de fuego, incluidos fusiles AK-47, para llevar a cabo los asesinatos.
Guatemala integra junto con Honduras y El Salvador el llamado Triángulo Norte centroamericano, considerado una de las zonas más violentas del mundo tanto por el aumento del narcotráfico y la presencia de aliados de los carteles mexicanos, como por la debilidad de las instituciones estatales.
El 16 de junio Guatemala elegirá presidente y vicepresidente, en comicios que también suponen decidir por 160 diputados al Congreso, 340 corporaciones municipales y diputados al Parlamento Centroamericano.
Esas elecciones serán las novenas de la era democrática que se instauró en Guatemala en 1986 con la llegada al poder del democratacristiano Vinicio Cerezo tras décadas de regímenes militares que se sucedieron en el poder mediante golpes de Estado y fraudes electorales.
Desde entonces, siete civiles han estado en el poder, pero en 2012 llegó a la Presidencia el general retirado Otto Pérez Molina, que renunció en 2015 tras ser denunciado por corrupción. Está preso junto con su vicepresidenta, Roxana Baldetti.
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