El gobierno de Colombia afirmó este martes que no apoya el terrorismo al rechazar las críticas de Israel por la posición adoptada por el país suramericano si el Estado judío incumple la resolución de cese el fuego en Gaza pedida por el Consejo de Seguridad de la ONU.
Así lo expresó la Cancillería colombiana en un comunicado en el que afirmó que su «posición no puede ser tergiversada».
También reiteró «su respaldo a la decisión tomada por el Consejo de Seguridad, que exige un alto el fuego durante el Ramadán que conduzca a un alto al fuego sostenido, el acceso sin barreras a ayuda humanitaria, la protección de la población civil y la liberación de los rehenes».
Esto luego de que el ministro de Asuntos Exteriores israelí, Israel Katz, acusó al presidente colombiano, Gustavo Petro, de apoyar a Hamás, lo que calificó de una «vergüenza para el pueblo colombiano».
Tensión entre Colombia e Israel
En la red social X, Katz publicó que «el apoyo del presidente de Colombia a los asesinos de Hamás que cometieron masacres y horribles crímenes sexuales contra bebés, mujeres y ancianos es una vergüenza para el pueblo colombiano».
Antes Petro amenazó con romper relaciones diplomáticas con Israel si ese país no cumple la resolución de cese el fuego en Gaza pedida el lunes por el Consejo de Seguridad de la ONU.
La Cancillería puntualizó hoy que «la posición de Colombia no puede ser tergiversada como apoyo al terrorismo sino todo lo contrario, un llamado a seguir los mandatos de la Carta y la comunidad internacional expresada en la resolución adoptada por el Consejo de Seguridad».
Colombia aseguró que «continúa en su llamado al respeto al Derecho Internacional y condena directamente las violaciones al Derecho Internacional Humanitario y al Derecho Internacional de los Derechos Humanos».
En octubre del año pasado, Petro amenazó con suspender las relaciones con Israel aunque por el momento estas advertencias no se han materializado.
Estos amagos han elevado la tensión entre ambos países, que han retirado incluso a sus representantes diplomáticos y protagonizado varios desencuentros por la postura del presidente colombiano, quien ha acusado al Estado israelí de «genocidio».