El canciller colombiano, Luis Gilberto Murillo, aseguró este martes que el gobierno responderá «en su debido momento» a la invitación que recibió el mandatario Gustavo Petro para la posesión de Nicolás Maduro como presidente de Venezuela el 10 de enero.
«Vamos a responder a la invitación en su debido momento», expresó a periodistas el ministro de Relaciones Exteriores, que recalcó que «la posición de Colombia siempre ha sido muy clara: si no hay actas, no hay reconocimiento».
Según medios locales, Petro ya recibió la invitación formal para la posesión de Maduro en Caracas tras su cuestionada reelección el 28 de julio, resultados que no son reconocidos por numerosos gobiernos extranjeros, mientras que otros países como Colombia piden la publicación de los resultados detallados para esclarecer su triunfo.
El ministro del Interior venezolano, Diosdado Cabello, señaló este martes que los chavistas sí tienen «motivos para celebrar», a diferencia de la principal coalición opositora -la Plataforma Unitaria Democrática (PUD)-, que denunció fraude en los comicios y asegura que su candidato, Edmundo González Urrutia, ganó la Presidencia por amplio margen.
Reelección de Maduro cuestionada
Consultado sobre el 10 de enero de 2025, cuando comenzará el nuevo sexenio presidencial, Cabello reiteró que Maduro se juramentará en un ambiente festivo, por lo que desestimó los planes de González Urrutia -exiliado en España- de tomar el cargo ese día, aunque hasta ahora el líder opositor no ha explicado cómo espera concretar ese objetivo.
Aunque la reelección de Maduro ha sido criticada por la comunidad internacional, principalmente por la falta de soportes que confirmen su triunfo en las urnas, todas las instituciones del país -incluidas las Fuerzas Armadas- respaldan al dirigente chavista y ven a la PUD como golpistas que pretenden tomar el poder a la fuerza.
El 19 de noviembre, Petro afirmó a una televisión brasileña que celebrar las elecciones en Venezuela fue «un error».
El presidente de Colombia consideró que en las elecciones de julio no hubo «un voto libre» porque existió un «bloqueo» debido a la falta de transparencia del Ejecutivo de Nicolás Maduro, por su decisión de no divulgar las actas que comprueban la victoria atribuida al dirigente chavista por las autoridades electorales y convalidada por el máximo tribunal.
Al respecto, el canciller Murillo afirmó que «lo que dijimos es, y el presidente lo planteó, que se estaba revisando el proceso, dio una opinión (…) Ya le daremos respuesta a la invitación que ha recibido el señor presidente».