La ministra de Asuntos Exteriores española, Arancha González Laya, aseguró este martes que el dirigente político Leopoldo López era un «huésped de la embajada» de España en Caracas, libre de irse cuando quisiera, porque «un huésped no es un rehén».
González Laya explicó así la decisión de López de abandonar la embajada española en Caracas y viajar a Madrid a reunirse este domingo con su familia, lo que desató las críticas del régimen de Nicolás Maduro, que detuvo a varios trabajadores de la embajada y registró varias viviendas del personal adscrito a la sede diplomática.
«El señor López era un huésped de la Embajada de España en Caracas y un huésped no es un rehén, un huésped es alguien que está, llega, se queda y puede marcharse cuando así lo decide, y así ha sido en este caso, él se ha marchado de la embajada por su propia voluntad», subrayó la ministra al ser preguntada al respecto tras participar en un acto en la localidad madrileña de Alcalá de Henares.
«López además decidió venir a España y el país ibérico lo acogió como acoge a miles de venezolanos cada año que deciden venir a nuestro país», dijo González Laya
Consultada por el malestar del régimen de Maduro sobre las condiciones de la salida de López, González Laya señaló: «En lo que España pueda ayudar a las autoridades venezolanas lo hará, siempre dentro del respeto de las convenciones diplomáticas que rigen las relaciones entre dos países».
La llegada de Leopoldo López a Madrid
Leopoldo López llegó el domingo a Madrid tras abandonar la residencia del embajador español en Caracas, donde se encontraba en calidad de huésped desde el 30 de abril de 2019, y después de que salió de Venezuela a través de la frontera de Colombia.
El régimen de Maduro y el gobierno español se han acusado mutuamente de no respetar los principios de la Convención de Viena. «Más allá de eso, daremos nuestra colaboración para esclarecer lo que haya que esclarecer», añadió la ministra española.
González Laya aseguró que el gobierno está «en contacto permanente» con las autoridades de Venezuela.
Según la ministra, las relaciones entre España y Venezuela son «relaciones normales propias de dos países que tienen mucho en común» y recordó que hay más de 500.000 venezolanos que viven en España y casi 300.000 españoles que residen en Venezuela. «Tenemos que gestionar nuestra relaciones teniendo en cuenta los intereses de los ciudadanos», concluyó.