El gobierno de Canadá anunció este martes que destinará 212 millones de dólares canadienses (161 millones de dólares estadounidenses o 143 millones de euros) para ayudar a las ciudades canadienses a ofrecer alojamiento a centenares de refugiados que viven en las calles.
Casi la mitad de ese dinero, 97 millones de dólares canadienses, se destinarán a Toronto, la mayor ciudad del país, donde desde hace semanas centenares de refugiados duermen en las calles por la incapacidad de los albergues para acogerlos.
El ministro de Migración de Canadá, Sean Fraser, señaló en un comunicado que el país está experimentando un aumento en el número de personas que piden asilo y que aunque las autoridades provinciales son las responsables de buscar alojamiento a los refugiados, el gobierno canadiense quiere ayudar a buscar una solución.
«Canadá seguirá apoyando a los más vulnerables del mundo que buscan nuestra protección. Hoy hemos comprometido más fondos para asegurar que ciudades como Toronto tengan la capacidad para alojar a los asilados que huyen de violencia, guerra y persecución», declaró Fraser.
70.000 personas a la espera de aprobación de petición
Aunque el gobierno canadiense ofrece ayudas a los solicitantes de refugio, unas 70.000 personas permanecen pendientes de que su petición la procese las autoridades federales, lo que impide que reciban asistencia financiera.
Al mismo tiempo que Fraser anunciaba la ayuda para Toronto, unos 200 refugiados que acampaban en las afueras de albergues del centro de Toronto resultaron trasladados este martes a una iglesia en el norte de la ciudad.
El ayuntamiento de Toronto señaló que los 9.000 puestos que tiene en albergues permanecen totalmente ocupados y que 35% de las personas que los utilizan son refugiadas a pesar que el año pasado creó 1.500 nuevas plazas específicamente para los solicitantes de asilo.
Olivia Chow, alcaldesa de Toronto, explicó que las plazas que ocupan los refugiados en los albergues municipales le cuestan a la ciudad 157 millones de dólares canadienses al año.