La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó este miércoles enviar al Senado los artículos de juicio político contra el presidente Donald Trump.
En una estricta votación partidaria, la Cámara Baja aprobó una resolución que nombra a siete demócratas que ejercerán como fiscales en el juicio político. Los autorizó a presentar los dos cargos contra Trump en el Senado.
La líder demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, repitió su demanda de que el juicio en el Senado convoque a testigos del círculo íntimo de Trump a testificar y solicitar documentos que le fueron rechazados durante la investigación. Pelosi advirtió que la Cámara será culpable de un «encubrimiento» si no lo hace.
«Mis colegas en ambos lados del pasillo. Hoy estamos aquí para cruzar un umbral muy importante en la historia de Estados Unidos», dijo Pelosi antes de la votación.
«Cualquiera que sea el resultado, el pueblo estadounidense quiere un juicio justo».
El crucial juicio, que se espera comience el martes en el Senado, controlado por los republicanos, decidirá si el presidente es obligado a dejar el cargo.
Antes del voto, Trump, quien ha calificado este proceso como una «caza de brujas», acusó a los demócratas de estar haciendo una «estafa».
Seria tarea
Más temprano, Pelosi eligió a siete congresistas demócratas para ejercer de fiscales en el juicio contra Trump.
El presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, Adam Schiff, quien encabezó la investigación de juicio político, liderará al grupo.
Además de Schiff, el equipo de fiscales estará integrado por el presidente del Comité Judicial, Jerry Nadler, el presidente del Caucus Democrático Hakeem Jeffries, y otros cuatro demócratas de alto rango. La mayoría de ellos con experiencia en el sistema judicial de Estados Unidos.
«La tarea que tenemos ante nosotros es seria pero exigida por nuestro juramento», dijo Schiff en la Cámara de Representantes.
«El presidente Trump puso sus propios intereses personales por encima del interés nacional, por encima de nuestra seguridad nacional. Y si no se le detiene, lo volverá a hacer», dijo.
«El único remedio es la condena y destitución del presidente Donald Trump».
«Caza de brujas»
Trump fue acusado formalmente el 18 de diciembre cuando la Cámara de Representantes, controlada por los demócratas, votó a favor de acusarlo de abusar de su poder al buscar la ayuda de Ucrania para su campaña de reelección.
Alrededor de las 17H00 (2200 GMT), en una procesión solemne que solo se ha visto dos veces antes en la historia de Estados Unidos, los artículos serán trasladados de la Cámara al Senado.
Pero su lectura en voz alta ante los 100 senadores, que llevan oficialmente al presidente a juicio, se espera para el jueves o el viernes.
Trump es acusado de retener ayuda militar a Ucrania entre julio y septiembre para presionar a Kiev para que investigara al ex vicepresidente Joe Biden, líder en la carrera por la nominación presidencial del partido demócrata 2020.
También es acusado de obstrucción del Congreso por no enviar documentos esenciales para el buen funcionamiento del juicio. Y por evitar que personas clave de su administración testifiquen en este proceso.
Pero que Trump sea declarado culpable en el Senado es muy improbable. Ya que el Partido Republicano del presidente tiene una mayoría de 53 escaños, frente a los 47 de los demócratas. Se requiere una mayoría de dos tercios para destituir al mandatario.
Nueva evidencia
Los demócratas quieren escuchar especialmente el testimonio del jefe de gabinete interino de Trump, Mick Mulvaney, y del ex asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Bolton.
Bolton, que según el testimonio de otros funcionarios estaba molesto por el plan para presionar a Ucrania, aseguró estar listo para responder a una convocatoria del Senado.
«Deberíamos tener testigos, y deberíamos tener documentos», dijo Pelosi.
El martes los demócratas revelaron nueva evidencia que sustentarían las acusaciones contra el mandatario y que la llevarán al Senado.
La evidencia proviene de registros telefónicos del abogado ucraniano-estadounidense Lev Parnas, quien presuntamente trabajó con el abogado de Trump, Rudy Giuliani, en el supuesto plan para presionar a Kiev a buscar información comprometedora de los demócratas.
También revelan que ambos trabajaron con funcionarios de Ucrania para tratar de expulsar a la embajadora de Estados Unidos en el país, Marie Yovanovitch, que finalmente fue destituida por Trump.
Los registros de Parnas «demuestran que hay más evidencia importante sobre el esquema del presidente, pero el propio presidente la ha ocultado», dijo Schiff.
Batalla por los testigos
Pero el líder de los republicanos en el Senado, Mitch McConnell, cuya sólida mayoría establecerá las reglas para el juicio de Trump, se ha negado a aceptar invitar a testigos al juicio antes de que se entreguen las declaraciones y argumentos iniciales.
Después de que se reciban los artículos en el Senado, el presidente de la Corte Suprema, John Roberts, se juramentará para presidir el proceso. Ya sea jueves o viernes.
Los 100 senadores actuarán como jurado y se les exigirá que permanezcan en la cámara durante todo el tiempo que dure el juicio.