La Justicia argentina condenó este lunes a cadena perpetua a una expolicía de la ciudad de Buenos Aires por asesinar a un matrimonio de ancianos en 2019 para robarles entre 70.000 y 80.000 dólares con los que planeaba pagar un viaje a Disney World para el cumpleaños de su hija.
En una audiencia virtual, el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 7 sentenció a Sonia Rebeca Soloaga, de 36 años, como autora material del doble crimen por los delitos de “robo, homicidio agravado y falsa denuncia” cuando aún trabajaba como oficial de la Policía de la capital argentina.
El fiscal del juicio, Oscar Ciruzzi, pidió la pena máxima para Soloaga por el delito de “robo agravado por haber sido cometido con arma de fuego en concurso real, con un homicidio triplemente agravado por criminis causa, por la alevosía y por haber sido cometido con un arma de fuego, en concurso con falsa denuncia”.
La declaración de la señalada
La expolicía afirmó “no tener nada que ver” con el delito por el que se le acusó cuando la detuvieron en 2019.
El día del crimen había realizado una denuncia donde declaró que le habían robado su arma y 300.000 pesos (unos 3.100 dólares) en el barrio porteño de Flores, pero posteriormente en el juicio confesó que se había «olvidado» la pistola y el dinero en un baño de una gasolinera.
“Me voy a hacer cargo de equivocarme con la denuncia, pero lamentablemente de lo que les pasó a esas personas no pienso hacerme cargo nunca porque no tengo nada que ver”, declaró por última vez Soloaga ante el Tribunal.
De hecho, su abogado Augusto Arena pidió la absolución de su clienta durante el juicio oral en el cual aseguró que hubo “abrumadoras pruebas” para que fuera dejada en libertad.
Además defendió que si Soloaga mintió respecto a la denuncia sobre su arma de fuego fue por temor a ser despedida tras su extravío, y no por haber cometido el doble homicidio.
Igualmente, la expolicía deberá enfrentar una pena de prisión perpetua de al menos 35 años, y recién podrá pedir libertad condicional en 2054.
Por otra parte, absolvieron a la expareja de la acusada, Diego Alberto Pachilla, de 37 años, imputado por “encubrimiento doblemente agravado”. El hombre era agente de policía, actualmente está desvinculado de la fuerza y optó por negarse a declarar en medio de la audiencia.
El crimen cometido por la expolicía
En medio del juicio, la Fiscalía dio por probado que Soloaga cometió los delitos el pasado 11 de junio de 2019 cuando ingresó a la casa del matrimonio aprovechándose de la relación de confianza que tenía con ambos.
Según la declaración de los familiares de las víctimas, la expolicía patrullaba la zona del barrio porteño de Parque Avellaneda y ocasionalmente les pedía usar el baño a la pareja de jubilados.
El día del crimen, Soloaga “ingresó cuando le habilitaron el acceso. Primero ejerció violencia sobre ambas personas y con unos golpes consigue que le señalen dónde tenían guardada una suma importante de dinero, entre 70 y 80.000 dólares y entre 50 y 60.000 pesos (entre 520 y 625 dólares)”, relató el fiscal.
Tras conseguir el botín, y según la Justicia, la entonces policía ejecutó a Alberto Antonio Chirico de 71 años y a su esposa María Delia Speranza de 63 con “un disparo en la cabeza” a cada uno, utilizó “un almohadón bordó” para “disminuir y amortiguar el ruido”, y además “para no verle las caras a las víctimas”, explicó.
Ciruzzi sostuvo que el motivo del crimen fue una deuda de más de 6.000 dólares que tenía Soloaga con la empresa “FunTime” para poder pagar un viaje a Disney World como regalo de cumpleaños a su hija de 15 años.