Brasil vive una ola de calor en pleno invierno, con la metrópoli de Sao Paulo cerca de romper los registros históricos de agosto y de 2023.
Los habitantes de la mayor ciudad de América Latina, de 11,5 millones de habitantes, han sido sorprendidos por temperaturas casi diez grados por encima del promedio de este mes, de 24,5°C, según las mediciones del Instituto Nacional de Meteorología (Inmet).
Los termómetros oficiales llegaron a un máximo de 32,3°C este miércoles, rozando los 32,5°C reportados el 16 de enero, durante el verano, y de momento el día más caluroso del año en la metrópoli.
Y también estuvieron muy cerca de las mayores marcas ya registradas oficialmente para el octavo mes del año, en el meridiano del invierno austral (julio a septiembre): 33,1°C del 31 de agosto de 1952 y 1955.
El Inmet, que mide el clima desde 1943, avisó que el jueves pueden batirse los récords históricos de agosto y de 2023.
«Después va a enfriar. Pero en el futuro los inviernos probablemente serán cada vez más calientes», dijo a la AFP Fabio Luiz Teixeira, profesor del departamento de Ciencias Atmosféricas de la Universidad de Sao Paulo.
La atipicidad del clima para este mes es el resultado de una gran masa de aire caliente y seco que está sobre Brasil, según los expertos.
Esta masa, que eleva la temperatura, es formada por una combinación del fenómeno meteorológico El Niño y el calentamiento global debido a la actividad humana.
«Ya estamos acostumbrados»
«Hoy tenemos temperaturas cinco grados por encima del promedio en algunas áreas o ciudades de Brasil», explicó Cleber Souza, meteorólogo del Inmet.
Souza advirtió también de altas temperaturas en Mato Grosso (centro-oeste), con mediciones que bordearon los 41 grados, y en el norte y noreste del país, cerca de los 40 grados.
Las autoridades del estado de Sao Paulo, que en julio ya habían anotado temperaturas por encima del promedio y lluvias por debajo de la media, han identificado varios puntos con alto riesgo de incendios forestales.
Y han pedido a los ciudadanos que se hidraten bien, eviten hacer ejercicio al aire libre e incluso, según la zona, usen suero para refrescar la nariz y los ojos debido al clima seco y la baja humedad.
En las calles paulistas las personas vestían como un día típico de verano.
«Está haciendo calor, pero está venteando. Ya estamos acostumbrados con el calor», dijo José Carlos Antonio, trabajador de la construcción de 40 años de edad.
Los países del Cono Sur han registrado récords de calor en pleno invierno austral.
Las olas de altas temperaturas pueden convertirse en un fenómeno permanente en el mundo debido al cambio climático, alertó un especialista de la ONU.
«La gente está demasiado relajada ante las señales», dijo a la AFP John Nairn, experto en calor extremo de la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
«La ciencia advirtió que esto llegaría. Y no se detiene aquí. Será más intenso y más frecuente», expresó.